tag:blogger.com,1999:blog-4841472211809853164.post5656741108855221507..comments2023-10-26T15:09:16.341+02:00Comments on Un tren sobre la tierra: SILENCIO EN EL SUPERMERCADOleohttp://www.blogger.com/profile/14789893622124907223noreply@blogger.comBlogger2125tag:blogger.com,1999:blog-4841472211809853164.post-70671091575032102292007-03-12T17:58:00.000+01:002007-03-12T17:58:00.000+01:00Gracias por tus palabras, Palo. Las suscribo total...Gracias por tus palabras, Palo. Las suscribo totalmente.<BR/>UN beso graaande.Anonymousnoreply@blogger.comtag:blogger.com,1999:blog-4841472211809853164.post-65783892217052848592007-03-12T13:46:00.000+01:002007-03-12T13:46:00.000+01:00Poco más se puede y puedo decir de esa fecha hace ...Poco más se puede y puedo decir de esa fecha hace tres años. Es una de las cosas que tiene la crueldad sin sentido, el odio inhumano, o mejor dicho, entre los humanos, que nos deja sin palabras, sin explicaciones, sin apenas esperanza. Hace tres años dejamos de verlo a través de la tele,a miles de kilómetros de distancia, para sufrirlo, de una u otra forma en nuestras propias carnes o en el alma de seres tan cercanos y conocidos que podríamos haber sido cada uno de nosotros. Unos se fueron, otros quedaron marcados para siempre y muchos otros tienen que vivir cada día con la amargura de una pérdida incomprensible y totalmente inesperada. Los que podemos recordar aquello desde el sofá de nuestro salón, a través de los medios, los que conocemos datos como que aún hay una persona en coma tres años después, sólo podemos compartir nuestro silencioso apoyo, nuestra simpatía, nuestro deseo de que no se vuelva a repetir en ningún lugar del mundo, para que no tengamos que rememorar, ni "celebrar" aniversarios ni medios aniversarios de desgracias en nuestro país ni en ningún otro, en las que, en cualquier caso, sufren seres humanos de todo tipo y condición.<BR/>Más allá de la tristeza y el pesar solidarios por un hecho que trasciende mi pequeño universo personal, para mí, el 11M de este año ha sido también una fecha significativa, no tanto como recuerdo de otra fecha dura y dolorosa que marcó mi vida hace exactamente medio año, sino como referencia temporal, y puede que límite (aunque a mí se me había pasado por alto), para una situación complicada que tal vez ya no pueda mejorar. <BR/><BR/>En cualquier caso, no sé si por miedo, cobardía, egocentrismo, superficialidad, sabiduría, entereza o vete tú a saber por qué razón insospechada, este 11M me he sorprendido a mí misma viendo los reportajes de familias destrozadas que no pueden seguir adelante, que no saben mirar hacia el futuro, que siguen sin poder dormir, que no paran de llorar, que no guardan el recuerdo entrañable del familiar desaparecido que calienta el corazón, sino el dolor desgarrado por la vida que se arrebató salvajemente y la separación obligada y definitiva. Me he sorprendido a mí misma escuchando los testimonios y pensando que, frente al dolor, la tristeza, el miedo a ese vacío que ahora nos abraza con fuerza, hay que creer que si nuestro corazón sigue latiendo es porque hay una razón que no podemos pasar por alto. Aunque no podamos vivir sin nuestros seres más queridos y hayan desaparecido de nuestro lado de una forma incomprensible y cruel, deberíamos intentar plantearnos si ellos lloran ahora como nosotros, si les gustaría ver cómo nos rendimos y dejamos que nuestra vida pierda aún más su sentido. Ante la muerte, la enfermedad, el dolor, el sufrimiento...no apetece seguir caminando, no apetece esforzarse. Pero estoy segura que cada una de las víctimas del 11M, del 11S, del 7J, de ETA y de cualquier otro atentado o muerte cruel e injustificada agradecería, mucho más que flores, música, minutos de silencio y monumentos, una nueva sonrisa de sus familiares, una nueva ilusión de sus padres, hermanos, maridos, esposas, amigos... en la vida que para ellos aún sigue. Creo que nuestro mejor homenaje sería hacer de cada minuto de vida que nos queda algo que merezca la pena contar cuando volvamos a reunirnos con ellos.Anonymousnoreply@blogger.com