miércoles, 2 de julio de 2008

ME PONGO ESTUPENDA (I)

Creo que la novela es una forma más de interpretar el mundo, la realidad. Una forma más.
Que el escritor, el novelista, actúa como una especie de médium: la vida se manifiesta a través de él, con su mirada, con sus palabras.

Por otro lado, creo que nos movemos por afinidades, que en esa búsqueda de nuestra propia identidad -que es, ni más ni menos, todo lo que hacemos en la vida- atraemos hacia nosotros aquéllo que se nos parece, que encaja con nuestra manera de entender la realidad.

Las novelas, además de procurarnos un entretenimiento, nos sirven para atisbar nuestro propio reflejo. Me arriesgaría a decir que aquéllas que más nos gustan, si nos ponemos a escarbar, es porque en ellas hemos encontrado mucho que nos recuerda a nosotros. Incluso nos han podido dar soluciones a nuestros problemas.
(Y resulta maravilloso ver cómo, en la gran mayoría de las ocasiones, esto sucede de manera subconsciente; cómo escapa a nuestro control.)
Me resulta evidente que somos muy diferentes unos de otros, que nuestra capacidad para profundizar varía muchísimo de un individuo a otro. Lo mismo que la hondura de nuestros sentimientos, que nuestros umbrales de dolor, que nuestras sensibilidades.

Y por eso creo que dentro de ese enorme saco llamado Literatura, dentro, a su vez, de otro más pequeño, llamado novela, caben desde Kundera a Ruiz Zafón. Pasando por Melville, por Corín Tellado, por Llamazares, por Grisham, por Koontz, por Coetzee. Por Salinger, por Mendoza, por Vazquez Figueroa, por Etxebarría, por Carver. Por García Márquez, por Nora Roberts, Blyton, Christie. Por Cerrada, Austen, Murakami, García-Romeu, Rico, Tomeo, Sánchez-Dragó. James, Chèjov, Stendhal, Rilke, Fernández Mallo, Conrad, Sierra, Posadas. Por tantos negros en la sombra. Por tantos que no alcanzaron la notoriedad, pero a los que escribir les ayudó un poco a encontrarse. Nos ayuda un poco a encontrarnos.

Supongo que estas palabras son más un homenaje a todos ellos que una declaración de principios.

13 comentarios:

Raquel dijo...

Sí, muy cierto mi querida Leo. Atisbar nuestro reflejo y comparar realidades y puntos de vista. Nos dan también un punto de referencia y nosotros asumimos lo demás.
Qué exacto siento todo lo que dices y cómo lo haces.
Un abrazo grande

Paco dijo...

cierto es, a ver si algún día te veo en esa lista.

saludos

Unknown dijo...

muy bonito Leo.
Sí, yo también creo que nos vemos reflejados en las novelas; son como un río en el que te miras mientras pasa y si no ves nada te levantas y te vas.
A lo mejor un día aparece tu nombre en la lista, pa habenmos matao!
besos

Belén dijo...

Ves que miedo me das? coincidimos en mas de 70% de autores :)

Me uno a tu homenaje/agradecimiento...

Besicos!

zeta dijo...

Opino igual, por eso es que los demás son, hasta cierto punto, maravillos en interpretaciones...Creo que no se podría vivir con un solo conocimiento...Besos, bonito texto...

Mariano Zurdo dijo...

Aparte de lo que cuentas, para mí la novela comparte a partes iguales diversión y aprendizaje (cuando es buena, o nos parece buena, claro está).
Si en el futuro estás en la lista, ¡ya conozco a otra novelista! XDDD
Besitos/azos.

Blau dijo...

Leooo leoo y tuuuu. Queremos novela ya!!!

Besosss

Maritornes dijo...

Maaaaari, y digo yo una cosa: ¿la Etxebarria en la lista? Endevé, perpleja me dejas. Se te ha olvidado la Morán. Bromas aparte, necesitamos novelistas con diferentes sensibilidades, con diferentes mundos que ofrecernos. Te regalo una frase de Pessoa que he leído esta mañana ¡en el 20 Minutos! (los caminos de la cultura son inescrutables últimamente): «A veces soy el dios que llevo en mí. De ese mi dios que soy cuando me exalto veo en mí todo un cielo, y es sólo un hueco cielo alto.»
Pues eso, de pequeños dioses paganos vivimos. Y creo que está bien que sea así. Besotes.

Josefa dijo...

Pronto quizás seas tu una escritora mas, claro, si te decides a escribir un libro.
Que compraria en cuanto lo publicaras.
Besos.

leo dijo...

Josefa: Jo, muchas gracias... No sé qué decir. Un besote muy fuerte.

Mari: fantástica la frase de Pessoa. Pues sí, la Morán bien podría haber estado en esa relación de escritores; que conste que en ella hay muchos que no me gustan nada de nada. Besos.

Blaucita: Ya vaaaaa. Jejeje. Ya falta menos. Besos.

Mariano: Pues yo de las malas novelas aprendo más casi que de las buenas. Graciñas y un besote.

Zeta: Bienvenido. Creo que nunca agotaremos la realidad, por más maneras de analizarla que inventemos. Y menos mal... Gracias y un saludín.

Belén: más miedo me da a mi: si tenemos en cuenta que no todos me gustan, es posible que coincidamos también en ese 30%. Besotes.

Alex von Arnim: O el tuyo, querido compañero. Un besote.

Paco: Muchas graciasssssssss. Un besote.

Raquel: A veces incluso ponen en palabras todos esos sentimientos que nosotros no somos capaces de verbalizar, o que incluso no habíamos sido conscientes de sentir. Graciñas. Un besote.

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo contigo.Gracias a todos aquellos que llegaron,y a los que se quedaron en el anonimato;incluso podríamos incluir a algún que otro bloguero,no estamos tan solos.Un beso

Sandra Sánchez dijo...

Coincido con toda tu exposición (u homenaje), y creo también que a parte de buscar en la novela puntos con los que identificarnos a veces también buscamos puntos con los que evadirnos de la realidad del día a día o simplemente historias que nos hagan vivir realidades imposibles para nosotros. Por ejemplo a mí me encantan las novelas de Koontz como lectura "de playa" para entretenerme un rato sin más...creo que es perfectamente compatible con leer a García Marquez por ejemplo. Es tan amplio el mundo de las letras que creo que todo cabe. Qué bueno!
Saludinos Leo!

carmen dijo...

Me gusta mucho, Leo. Me estás enseñando a abandonar prejuicios. ¿Por qué no? todos tienen cabida. Corin Tellado, Ruiz Zafón, Etxebarria...Ellos hacen lo que saben hacer y si alguien disfruta con ello. ¿Qué más se puede pedir? Gracias, reina, porque cada día me abres un poco más estos ojos legañosos.
besote
Carmen