Maupassant subía todos los días a la torre Eiffel porque era el único lugar de París desde donde no se veía la torre Eiffel. Mucha gente está viviendo sus sueños sin sospecharlo, no pueden verlo porque están dentro.
Mierda, me ha quedado un poco auto-ayuda. No era eso lo que quería decir.
A mí lo que hace pensar muchas veces es que esos lugares aunque los vistes y pase mucho tiempo después siguen estando ahí, como tú dices, no cambian, permanecen, aunque nosotros estemos inmersos en nuestra rutina diaria...sé que no me explico bien pero igual captas la idea de lo que quiero decir...
Lo increíble es eso, cómo "ocupan sitio en el horizonte, prometen, iluminan". Luego, cuando llegan (y llegan, de verdad) siguen formando parte del horizonte del pasado y construyen otro nuevo, ya diferente. Es bonito. Besos
Fer: Me tomaré una cervecita a tu salud cuando esté allí. Besotessss.
Elita: ¿Verdad que sí? Tiene algo mágico, París, algo que puede incluso con el frío.
Raquel: Es verdad que llegan, pero hasta que lo hacen, siempre subsiste la duda de si lo harán: un motor bien poderoso. Y cuando llegan ¿qué viene detrás?
Frabisa: Han alimentado tanto la imagen de París que es una ciudad que está en el subconsciente de casi todos, un símbolo. Lo merece, desde luego.
Belén: Los buenos recuerdos nos salvan tantas veces...
Pulgacroft: Sí, creo que comprendo lo que quieres decir. A veces necesitamos, o nos consuela, saber que frente al cambio, o la falta de él, hay lugares "perfectos", maravillosos, que encenderán el recuerdo, o crearán otro nuevo, pero que nos darán consuelo. Yo lo siento así.
Blau: No sé si te he entendido ¿que alguien te va a llevar a París prontitoooooooooo?
Carmen: Sí, mi cuello ya ha vuelto (casi) a su sitio y yo vuelvo al ataque, jejeje.
Dintel: Moi aussi.
Rubén: Jeje, autoayuda o no, es una verdad como la torre Eiffel.
Josefa: La madre es mejor todavía. creo: es el calor, lo seguro, la infancia. Lo que nos impulsa a seguir soñando.
Yo nunca he estado en París, y lo más cerca que estuve de la torre Eiffel fue de una botella con su forma donde destapabas la punta de la torre para echarte un líquido espirituoso.
París es una ciudad que me dejó una herida que nunca se cierra. Dicen que solo sanará cuando regrese. Quizá, por eso, fue el lugar donde el personaje latente de mi novela descubrió lo amarga que puede ser la felicidad.
Leo, me has recordado la historia de la novela "El jardín secreto". Todos tenemos uno, quien dice París, dice Madrid, o cualquier otro sitio en el que la magia y la relidad converjan para uno. Bsitos. Y que sigas disfrutando de tu jardín secreto.
Vengo de otro blog que habla de Londres. Hoy se ve que me toca viajar. Tengo unas ganitas de volver a París... Quedé hechizado por muchos de sus rincones y por muchos de sus enormes espacios abiertos. Besitos/azos.
Quieres decir que siempre nos quedarán esos sitios especiales porque en ellos nos pasaron cosas especiales? O que hay sitios especiales y punto? Je. Me gusta esa foto tuya de la torre, si si.
Quiero decir que siempre hay "lugares" (= sueños, deseos, proyectos, objetivos) que pueblan nuestra imaginación (y nuestros recuerdos ¿por qué no?) y que nos estimulan a movernos cuando nos desanimamos. Utopías, quimeras, autoengaños. Lugares, hechos, personas: pueden personalizarse en lo que uno quiera. Gracias por venir. Me alegro de que te guste la foto: esa tarde había una luz increíble en París.
26 comentarios:
Como la madre siempre está ahí.
Un beso cálido.
Maupassant subía todos los días a la torre Eiffel porque era el único lugar de París desde donde no se veía la torre Eiffel. Mucha gente está viviendo sus sueños sin sospecharlo, no pueden verlo porque están dentro.
Mierda, me ha quedado un poco auto-ayuda. No era eso lo que quería decir.
Mmmm j'aime Paris.
Ya estás bien de nuevo, y con sueños. Eso me gusta.
Yo quiero volver, será que alguien me lleva jajajaja
Besos de lugares
A mí lo que hace pensar muchas veces es que esos lugares aunque los vistes y pase mucho tiempo después siguen estando ahí, como tú dices, no cambian, permanecen, aunque nosotros estemos inmersos en nuestra rutina diaria...sé que no me explico bien pero igual captas la idea de lo que quiero decir...
Sabes? ya lo decía Bogart...
Siempre nos quedará Paris...
Besicos
Todo el mundo ha soñado con París, algunos que hemos ido, aún soñamos con la luz que iradia.
un besito
Lo increíble es eso, cómo "ocupan sitio en el horizonte, prometen, iluminan". Luego, cuando llegan (y llegan, de verdad) siguen formando parte del horizonte del pasado y construyen otro nuevo, ya diferente. Es bonito.
Besos
Me encanta París, me fascina. Ir allí es como entrar en la chistera de un mago...
Ese es uno de mis rincones preferidos de la ciudad, pero, vamos, que me gusta, como sabes, mil veces más esa otra hacia la que te vas en nada!!
Fer: Me tomaré una cervecita a tu salud cuando esté allí. Besotessss.
Elita: ¿Verdad que sí? Tiene algo mágico, París, algo que puede incluso con el frío.
Raquel: Es verdad que llegan, pero hasta que lo hacen, siempre subsiste la duda de si lo harán: un motor bien poderoso. Y cuando llegan ¿qué viene detrás?
Frabisa: Han alimentado tanto la imagen de París que es una ciudad que está en el subconsciente de casi todos, un símbolo. Lo merece, desde luego.
Belén: Los buenos recuerdos nos salvan tantas veces...
Pulgacroft: Sí, creo que comprendo lo que quieres decir.
A veces necesitamos, o nos consuela, saber que frente al cambio, o la falta de él, hay lugares "perfectos", maravillosos, que encenderán el recuerdo, o crearán otro nuevo, pero que nos darán consuelo. Yo lo siento así.
Blau: No sé si te he entendido ¿que alguien te va a llevar a París prontitoooooooooo?
Carmen: Sí, mi cuello ya ha vuelto (casi) a su sitio y yo vuelvo al ataque, jejeje.
Dintel: Moi aussi.
Rubén: Jeje, autoayuda o no, es una verdad como la torre Eiffel.
Josefa: La madre es mejor todavía. creo: es el calor, lo seguro, la infancia. Lo que nos impulsa a seguir soñando.
Mil gracias a todos y otros tantos besos.
ojalá supiese dónde está ese lugar, Leo
Leo leoooo, noo noooo nooooooo, ya quisiera yoooooooooo jajajaja
Yo nunca he estado en París, y lo más cerca que estuve de la torre Eiffel fue de una botella con su forma donde destapabas la punta de la torre para echarte un líquido espirituoso.
Gracias por tu comentario, veo que eres también felina.
Lugares horizonte, eso está muy bien: inaccesibles.
Saludos
París es una ciudad que me dejó una herida que nunca se cierra. Dicen que solo sanará cuando regrese. Quizá, por eso, fue el lugar donde el personaje latente de mi novela descubrió lo amarga que puede ser la felicidad.
Procura que ese sueño jamás se acerque a ti más allá del horizonte. Es el único modo de conservarlo siempre.
Besos, bella.
Estancias como las parisinas nunca se olvidan, quisiera volver y eso que ya hace dos veranos que estuve allí, guarda esos recuerdos para siempre.
Un beso!
Leo, me has recordado la historia de la novela "El jardín secreto". Todos tenemos uno, quien dice París, dice Madrid, o cualquier otro sitio en el que la magia y la relidad converjan para uno. Bsitos. Y que sigas disfrutando de tu jardín secreto.
Daniela.
Es cierto.. hay lugares a los que nos sentimos anclados sin siquiera haber estado allí.. qué misterio.
Un beso.
Vengo de otro blog que habla de Londres. Hoy se ve que me toca viajar.
Tengo unas ganitas de volver a París... Quedé hechizado por muchos de sus rincones y por muchos de sus enormes espacios abiertos.
Besitos/azos.
Muchísimas gracias a todos por venir a visitarme. He estado fuera unos días, por eso no he dado señales de vida.
Un montón de besos.
Leoooooo, y no piensas actualizar???eh!
Quieres decir que siempre nos quedarán esos sitios especiales porque en ellos nos pasaron cosas especiales? O que hay sitios especiales y punto? Je.
Me gusta esa foto tuya de la torre, si si.
Quiero decir que siempre hay "lugares" (= sueños, deseos, proyectos, objetivos) que pueblan nuestra imaginación (y nuestros recuerdos ¿por qué no?) y que nos estimulan a movernos cuando nos desanimamos. Utopías, quimeras, autoengaños. Lugares, hechos, personas: pueden personalizarse en lo que uno quiera.
Gracias por venir. Me alegro de que te guste la foto: esa tarde había una luz increíble en París.
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