domingo, 14 de diciembre de 2008

INVIERNO (+1)


Hay algo en la nieve que me lleva de vuelta a la infancia. En la expectativa de la nieve, para ser más exacta.
No espera la nieve de igual manera una niña de ciudad que una niña del campo. Incluso es posible que el concepto de nieve de esa niña de ciudad haga reír a la supuesta niña de campo.
Sin embargo, la blancura es la misma.
Efímera, sobre el gris de las aceras de la ciudad caníbal.
La diferencia sólo es de minutos, días, meses.
De ruido, de prisa, de espacio.
Los muñecos de nieve no pagan hipotecas, ni tique de aparcamiento.
Incluso puede que no le tengan miedo al sol.
Como cuando éramos niños.

24 comentarios:

Anónimo dijo...

muy bonito , leo. Aquí está viendo nevar un niño que cambió de ciudad y a veces se siente como en aquella cancion de los secretos... "Extraño en mi ciudad, un náufrago en mi barrio...". Nacho López.

Azul... dijo...

Maga, como yo no crecí con nieves cercanas (las conocía de mis viajes a los Andes venezolanos), a mi las nevadas me vuelven una niña grande, ilusionada, e igual que mi hija chica, cuando veo que nieva en todas partes, menos aquí, arrugo los morro y digo con ella: "joooo, qué morro, y aquí no nieva nada!" :)

Te mando un abrazo enooooome!
Tqm

Izel dijo...

Yo tambiñen he disfrutado como una enana viendo nevar este finde... Será porque de dónde vengo nunca nieva...

Belén dijo...

Cuando nevaba, no había clases en Teruel, nos pasábamos todo el día jugando con la nieve :)

Imagina lo que me trae a mi...

Besicos

Blau dijo...

Leo leoooo, gracias por el abrazo y cuando regrese a Bcn, he pedido un finde semana con nieve.

Besos desde aquí

dintel dijo...

La nieve para mí es silencio...

Antonio Senciales dijo...

¡Hola!¡Me alegra saludarte!
Visito tu delicioso blog de cuando en cuando. Espero que mi presencia silenciosa no te sea molesta.
Hoy me he acordado de ti una vez más y estoy aquí para desearte lo mejor para las próximas fiestas navideñas y de año nuevo (y para siempre, claro). Disfrútalas en compañía de tu familia y amigos.
Sé feliz.
Un amigo.
Besos.

Elvira dijo...

Hola Leo:

Mi único recuerdo "nevado" de la infancia es del año 62 (¡qué vieja soy!), cuando Barcelona se llenó de nieve y la gente esquiaba por las calles. Fue emocionante, porque aunque otras veces nevaba, no solía cuajar en las calles medio húmedas. Entonces supe lo que eran los muñecos de nieve, disfruté muchísimo.

Gracias por traerme estos recuerdos. Besos de una ex-niña de ciudad que siempre esperaba la nieve.

leo dijo...

Nachete: ¡Cuánto me alegra tenerte por aquí! Me imagino que la costumbre de la nieve no le resta capacidad para evocar recuerdos. Gracias por tu visita y tus preciosas palabras. Un enorme abrazo.

Azul: ¡Como yo! Siempre queremos lo que no tenemos, ¿verdad? Qué bonita es la nieve. Un besoteeeee.

Izel: Pero allí tenías el mar cerquita, ¿no? Jejeje, es que soy una envidiosa. Besotes.

Belén: Es que la nieve tenía todo lo bueno. Hasta el frío sano. Mil besos.

Blau: Espero que los Reyes te traigan todo lo que pidas, incluida la nieve. Otro súper abrazo, Blaucita.

Dintel: Es que es silenciosa, blanda...

Antonio: Me da mucha alegría saber que me visitas. Siempre eres bienvenido aquí. Muchísimas gracias. Yo también te deseo unas fiestas llenas de felicidad y de amor. Un abrazo grande.

Elvira: Supongo que la nieve en Barcelona también sería algo muy deseado y excepcional, como aquí. Gracias por sumarte al recordar. Un beso.

Paco dijo...

voy a ser escueto... ¡quiero volver a ser niño!!!!!

saludos

Raquel dijo...

Creo que no es sólo la nieve sino otras muchas cosas las que cubren ese espacio entre entonces y ahora. Sensaciones y memorias fuertes acentúan espacio y distancia. Creo que por eso la nieve. Y porque es algo que no tenemos a diario.
Besotes

nieve dijo...

Mi querida Leo, que post tan lindo. La nieve siempre me ha fascinado!!! Feliz navidad. Un besote

Anónimo dijo...

Hola Leo: hace pocos días hacía un comentario parecido a un amigo de blog: la nieve es la infancia. Bonito texto, meláncólico.
Un saludo blanco blanco

la cocina de frabisa dijo...

Conocí la nieve siendo mayor y aún recuerdo el impacto que me produjo.

Sencillamente es mágica. Ahora todos los años voy a algún lugar que la tenga y me gusta jugar con ella.

Aprovecho para desearte unas fantásticas fiestas navideñas.

un besazo, guapa

Paco dijo...

si es que en el fondo seguimos siendo niños.

saludos

Josefa dijo...

Tus escritos dicen mucho con pocas palabras.
FELIZ NAVIDAD.

Mariano Zurdo dijo...

Recuerdo varios inviernos nevados en Madrid. Recuerdo uno en el que el patio del colegio se convirtió en una enorme y gélida alfombra blanca. Y recuerdo lo que disfrutamos.
Ahora tenemos frío pero sin nieve, que es tener frío "pa ná".
Besitos/azos

Ana Vázquez dijo...

La nieve me hace sentirme especial, más niñ, me transmite mucha ilusión aunque sea tan efímera,como tú dices. Sobre todo aquí!

un besin!

Sandra Sánchez dijo...

Y si esa nieve es en Navidad ya...ni te cuento!!

Sandra Sánchez dijo...

Por cierto estoy de acuero con dintel: cuando nieva hay un silencio especial, sí.

Azul... dijo...

Por aquí ando, para dejarte una ración triple de cariño y besotes; mi Maga bella! ♥

Paco dijo...

nevadas gracias...

feliz navidad.

Araceli Merino dijo...

Una vez en San Pertersburgo me preguntaron que si en Barcelona no había nieve, ¿con que jugaban los niños?
Me encantó la foto, particularmente el ángulo aereo de toma. Le da otra dimensión.

leo dijo...

Muchísimas gracias a todos por vuestras visitas y comentarios. He andado un poco liada estos días (como todos, me imagino).
Un besote a todos y cada uno de vosotros.