Que si hay que querer más que buscar ser queridos. Que si todos estamos interconectados. Que si la paciencia infinita da resultados inmediatos. Que si hay más medios de comunicación que nunca y nunca hemos estado más solos, más aislados, sin embargo.
Y yo que muero por la boca, a pesar de que cada vez amo más el silencio contaminado de mi casa, a pesar de que cada vez las palabras se revisten más de plomo, o se convierten en globos que huyen a ese cielo de los globos al que sólo unos pocos son capaces de llegar. Y yo sin enterarme de que estamos interconectados pero sin poder más que rendirme a la evidencia. Y yo que sé desde hace tiempo que no merece la pena hacer el pino puente para que te quieran, que sólo llena de verdad ese amor que rompe el hielo, que se adelanta, que merece la pena por encima de todas las cosas, incluso a pesar del desamor, o de la separación, o de lo imposible.
Que si la vida es dura. Que si el mercado está fatal. Que si ya estoy grandecita para albergar estas dudas, para esperar que venga nadie, si levanto la mano, a responder a mis preguntas con besos trasnochados...
Y qué sé yo.
Y, además, a mí qué más me dá. Si a mí me basta con hilar dos versos desmañados. Si a veces soy feliz con limpiar los azulejos, o al empezar un libro nuevo (la emoción de asomarme a otro ser humano). Si me es más que suficiente con desearte suerte y tirarte desde aquí este beso que aún no ha decidido si te quiere o si es la humanidad, que se interconecta.
16 comentarios:
Pues sabes?, es bueno que veas en cosas mundanas belleza...
Para el resto, paciencia, dicen...pse
Besicos
"que no merece la pena hacer el pino puente para que te quieran, que sólo llena de verdad ese amor que rompe el hielo"
¡Cuánta razón tienes, Leo!
Yo también te deseo suerte y te mando un beso "interconectado". :-)
Pues Leo en el metro que menos esperas sin saber la hora, ni porqué, encontramos siempre a la persona más sencilla y más bella: y no sabemos si tendremos que quererla, o "amistarla", o disfrutarla, o arroparla. Pero así es. Las perosnas, aparecen sin pedir permiso, y llegaron.
Así que, no intente saber dónde, cuándo, quien: los que se corresponden con nuestro interior, no llevan cartel.
Saludos desde Ganímedes.
(No me digas que, leído con distancia, no hace sonreír tu post...)
Pues yo no ando muy de acuerdo, fíjate, como si olvidaras en este texto algo importantísimo, algo esencial, algo que se encuentra sin previsión, por supuesto, pero que mientras dura (un instante o una eternidad) nos convence de que los pequeños placeres son sólo el aperitivo, algo para engañar el hambre. La ruptura, el pecado, la risa sin precio, otros mundos... No sé, pero no estoy muy de acuerdo con la posible moraleja. ¡Y soy yo, un apaleado pesimista, quien lo dice! Lo mismo hasta llevo una parte de razón.
Besos, Leo.
Belén: Pues no puedo evitarlo, ver la belleza en lo más cotidiano, digo. Graciñas y un beso grande.
Elvira: Gracias por tu beso "interconectado". Desde aquí te mando otro, con el convencimiento de que, en tu caso, la interconexión se convierte en realidad.
Ref: ¡Qué comentario más cálido, cercano y bonito! Mil gracias. Hace sonreír, sí: eso espero. ¿Llegan los abrazos a Ganímedes?
Sir: me dejas muerta con tus palabras. ¿Qué pasó con el pesimista? Me encanta que no estés de acuerdo conmigo ;-) Pero en la inevitabilidad de la duda sí que lo estarás un poco más, ¿no? Muchas gracias, amigo. Y un beso.
Leo, estamos tan interconectados que ayer mismo cruzando una calle estábamos solamente 3 venezolanos esperando el semáforo, como te imaginaras ya tengo sus TEL y correos electrónicos jajaja que buen post!
Besoss
Por supuesto, por supuesto, la duda siempre, inevitable e irresoluble. Y no es estar en desacuerdo contigo, es más como que falta algo, como que tal vez haya que jugar con la duda y no ahogarse en ella, y así llegan, como por arte de magia (de una magia en la que me obstino en no creer), esos abismos deliciosos que no tienen ni arriba ni abajo, ni futuro ni pasado, ni motivo ni razón: sólo hundirse durante un instante (o mil) eterno en la tremenda comprensión que es esa cosa tan rara que es el amor bien entendido.
Usted perdone el arrebato impresionista... :-)
Besos.
Yo también creo que no debemos hacer el pino puente para que nos quieran (entre otras cosas porque a mí ya no me querría nadie)pero supongo que algo hay que poner de nuestra parte para derretir el hielo...
Y es verdad, cuánta felicidad hay en las cosas cotidianas, en el silencio de casa, en leer un libro, es escribir unos versos... (lo de limpiar azulejos te lo dejo a ti).
Acepto tu beso interconectado y te mando otro. Buen fin de semana.
Pues bienvenido el beso interconectado que nos manda.
La incertidumbre de cada puerta que se abre, queridísima, es lo que nos mantiene en pie ante lo que se avecina y tras lo que se derrumbó. Beso que en silencio te acompañe en tu nueva expedición.
El a mí que más me da me ha encantado. A veces es necesario, sólo a veces, desconectar, dejar de buscar porqués y disfrutar.
Besos desconectados. O no.
Pues eso...
Somos lo que hacemos cada día, decía esta mañana un cocinero en un programa de radio.
(me inquieta que alguien sea feliz limpiando azulejos!!)
Buena semana.
Chica algunos días comparto ese vaiven de paradojas, ese ir y venir de significados... Ojalá en ese balanceo seamos chicos columpiándose, desafiando la gravedad de todo aquello a lo que le buscamos sentido...
Que sigas disfrutando del dios de las pequeñas cosas.
Hola Leo. Disfruto leyendo tus escritos. En las pequeñas cosas de la vida está la felicidad. Esto lo digo yo que soy mayor.
Un beso con todo cariño.
Josefa: Tienes mucha razón en lo de las cosas pequeñas. Gracias a ti por ser siempre tan cariñosa. Un beso.
Valerio: Me ha gustado lo de desafiar a la gravedad ;-) Un beso.
Amparo: Jejeje, no es todos los días, lo de los azulejos, digo. Graciñas.
Dintel: Amén.
Mariano: Qué razón tienes, pero ¿dónde está el botón de stand by del cerebro? Grrrrrrrr Un besote, maestro.
Ana: ¿Qué sería de nosotros sin esas puertas que empiezan a abrirse, aunque nos asusten? Un beso agradecido por tu beso acompañante.
Cuqui: Jejeje, de los azulejos me encargo yo, sí. Un beso grande.
Sir John: me encantan tus arrebatos impresionistas. Un besote.
Blau: Jajaja, me imagino la escena del semáforo. Interconexión total. Besotesssssssss.
No haría el pino puente para ser querida pero sí para estar con las personas que quiero, interconectada.
Besote
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