sábado, 9 de mayo de 2009

VELOCIDAD

Siempre he vivido muy despacio, con la sensación de que llegaba por los pelos, con la angustia de saber que pisaría la estación justo para ver partir el tren. Tan a menudo.


(Cuando tuve mi primer coche corría mucho. Mucho. Sobre todo cuando iba sola. Necesitaba esa adrenalina fuera de mi cuerpo. Tuve mucha suerte de no dañar a nadie, de no matarme. De que no me multaran ni una sola vez. Era muy joven y bastante gilipollas. Me gusta pensar que ahora lo soy menos, a pesar de que ahora lo que hago es ver la Fórmula 1 por la tele. Incluso las clasificaciones. Grito, me pongo muy nerviosa. Hablo con los pilotos, con los ingenieros. Hablo sola).


Escribo a diario. Tardo días en acabar un libro. Estudio. Veo pasar las estaciones en el árbol que resiste al lado de mi ventana. Contribuyo con mis manos a que la gente sane sus dolencias. Observo. Amo. Y todo es lento. Lento.


Ya he dejado de frecuentar ciertas estaciones. He adquirido alguna maestría en subirme a los trenes en marcha. Quizá sea porque siempre estuve equivocada. O porque no puedo hacer sino equivocarme. Porque todo es una cuestión de percepciones. Gilipollas. Mi corazón siempre ha sabido ponerse a ciento veinte. Al borde del infarto. Ciertos trenes.


Que S. Paul Mc Cartney me perdone. Es que estuve en ese concierto y que cantaran una de mis canciones favoritas de los Beatles pues... Y además, de mayor siempre quise ser como Sharleen, luego ella se convirtió en un icono gay y yo me armé un lío tremendo, porque me resultaba imposible olvidarme de Paul y...)

14 comentarios:

:::AtariFlakes::: dijo...

Me acabo de topar con tu blog, apenas he leido unas cuantas publicaciones. Interesantes ¿introspectivas? muy en unisono con el sentir de cualquiera que las lea.

Elvira dijo...

Los que viven despacio son los que saborean, los que se enteran, los que observan y ven. Ah, y los que ayudan a sanar con sus manos. :-)

Y la velocidad, pues para el fórmula 1, ya está! Prefiero que ya no te juegues el pellejo, querida Leo. Besos

Unknown dijo...

ay los trenes! Ahora ya no se pueden coger en marcha, como cierran las puertas ya no hay manera, no hay donde agarrarse. Lo malo es que cada vez hay más trenes pero son todos iguales, pasan a la misma velocidad, se paran en los mismos sitios, hacen el mismo trantrán, llevan los mismos cristales rotos...
besis

Belén dijo...

NO hay ni lentos ni rápidos, solo hay ritmos...

Besicos

valerio dijo...

Recuerda que la velocidad nació de una lujuriosa relación entre espacio y tiempo, nunca sabremos si aquella hija fue deseada (es una pena, ahora solo tendrían que haber ido a la farmacia)

Chica, me ha gustado mucho y tonterías a parte, que sepas que es mejor subir a trenes en marcha que saltar de ellos...

dintel dijo...

Vivo con velocidad y me encanta, no tengo sensación de estar corriendo.

Amparo dijo...

Precioso último párrafo. Ciertos trenes (¿y si quitamos lo de gilipollas?, es que me parece que le quiebra la belleza).

Saludosss

leo dijo...

Atari-flakes: Bienvenido. Yo tampoco sé si las entradas son introspectivas. Un saludo.

Elvira: No me juego el pellejo, no, y muchas gracias: eres un sol.
La verdad es que me temo que los del batallón de los lentos tampoco saboreamos más la vida que la gente que vive más deprisa. Creo que solamente vivimos más despacio, nos da tiempo a menos, no sé. Un beso grande.

Ángel: Ay, los trenes, sí. Incluso estos trenes modernos tienen "algo": parecen iguales por fuera pero por dentro son distintos. De todos modos, tenían más encanto aquéllos que tenían compartimentos, y sitios donde agarrarse, como tú dices, por si había que pillarlos en marcha, o bajarse de pronto. Graciñas y un besín.

Belén: Pues tienes razón, cada uno lleva su ritmo y supongo que no se pueden comparar en términos de rápido o lento. Pero a veces los días suenan como esos discos que pones a menos revoluciones de las que necesitan para oírse bien. Y cuando eso se convierte en lo cotidiano Houston, tenemos un problema. Gracias y un beso.

Valerio: Ay, Valerio, demasiado a menudo hay que bajarse en marcha, sí. Cuando no te empujan. Pobres huesos... Gracias. Besos.

Dintel: Como decía Belén, es cuestión de ritmo. Te confesaré que me das un poquito de envidia. Gracias.

Amparo: Pues podemos quitarle lo que quieras, es verdad que ese "gilipollas" le quita la belleza un poco, pero también le da sentido al resto. O eso creo. Gracias. Un abrazo.

Araceli Merino dijo...

Com en música... que dificil esdominar el "tempo". Ahora allegro assai, ahora largo ma non troppo, ahora Andante con moto, ahora Prestissimo.... Cuando no puedes con todo ello te recomiendan la utilización de un metrónomo. Aaaaahhh! un metrónomo! Un aparato terribel que te marca el tempo exacto al que debes ir. Pero si nada, absolutamente nada en la naturaleza va a tempo exacto! Pues si en la naturaleza todo es más o nenos aproximado ¿Porque nuestro tempo debe ser exacto? Suerte que el metrónomo al final se quedó sin pilas.

leo dijo...

Araceli: qué necesarios los metrónomos y qué aparatos más infernales. Gracias por venir y un beso.

Alf dijo...

Hey! yo también estuve en el concierto!! genial! Pero yo también estoy hecho un lío: creía que entonces te hacía gracia el guitarrista :-):-) "dos servesas por favor"

Besos

Alf

leo dijo...

Alf: ¡¡Hola!! Lo pasamos genial, ¿verdad? El guitarrista me hacía gracia, pero porque era "bastante risible" (pijus). Y Sharleen siguió caminos que me es imposible seguir, por razones físicas y químicas. Qué te voy a contar qye tú no sepas. Un beso enoooooooooormísimo.

Sandra Sánchez dijo...

Ya dijo alguien (no me acuerdo quien): "vive rápido, muere joven...y dejarás un bonito cadaver."
Esperemos que no.
A mí lo que me jo.. mucho es tener que estar pendiente del reloj.
(muy buen texto).
;)

leo dijo...

Pulga: ¿Quíén inventaría los relojes? Un beso.