Yo no sé si creo en el destino. En esa entelequia que hace y dispone y ordena y organiza nuestras idas y venidas. Pero se me antoja cruel, si es que acaso existe. Cruel, si pienso en esa madre que hoy ha olvidado a su pequeño en el asiento de atrás de su coche.
O en la enfermera cuya negligencia acabó con el pequeño Rayan, ese ser que no parecía estar hecho para la vida. Rayan.
O de esa niña, la única superviviente del accidente aéreo de Air France, que flotó en la inmensidad del mar, sola, durante horas, hace apenas unos días.
A veces no es lo peor morir.
Es posible que nunca los porqués tengan sentido.
Que ni siquiera lo tenga preguntarse.
22 comentarios:
Y si existe el destino, no puedo hacer nada para cambiarlo. Pero si no existe, ya lo estoy haciendo.
Felicidades por tu blog.
Si existe, es injusto, desde luego. Prefiero concentrarme en lo que sí tiene sentido para mí, las cosas que, con nuestra atención y dedicación, pueden mejorar.
Besos
Es mejor pensar en lo fortuito.
Preguntarse siempre tiene sentido.
Tener respuestas siempre, no tanto.
Besitos/azos.
Tereza: ¡Bienvenida! Bueno, si es que existe lo mismo pensamos que lo estamos cambiando, que somos audaces, y resulta que es él quien nos maneja. Un lío, no sé. Gracias por pasar por aquí. Un saludo.
Elvira: Y, a mi entender, haces muy bien. Aunque a veces sería taaaaaaan cómodo dejarse llevar, pensar que como no hay nada que podamos hacer sólo podemos relajarnos y vivir, aceptar... Besos.
Dintel: Lo fortuito, las casualidades, sí. Me pregunto hasta que punto nuestras vidas son un rosario de coincidencias. Graciñas.
Zurdillo: Qué bueno, es verdad que tener siempre las respuestas ¡¡no tiene ningún sentido!! Graciñas y un besote.
Leo, leooo, yo siempre pregunto, a veces las respuestas no me gustan, pero no todo en esta vida me gusta.
Un besin de fin de semana.
Yo sí creo que todo tiene sentido. Pero los hombres nunca hemos estado a la altura de los dioses, no tenemos respuestas para esas preguntas, pero esa respuestas existen. Seguro que sí. Somos lerdos hasta decir basta. Eso es lo que pasa.
Yo sí sé que no creo, más bien prefiero no creer, sino no sería divertido. Somos nosotros lo que tenemos la posibilidad de manejar los hilos, ¿no? Al menos me gusta pensar en esa posibilidad. Besitos!
A veces pienso que el destino existe. Pero por otras creo que no. Pues de existir no valdria la pena luchar por nada.
Un beso de todo corazón.
Blau: A mí tampoco me gusta todo en esta vida, jo... Y uno cae en preguntarse, lo quiera o no, me temo. Asín que no sé p´aqué digo ná ;-) Besossssss
Ángel: ¿Crees que somos lerdos por no aceptar que no comprendemos ese sentido? No sé si lo pillo. Besos.
Alu: A mí también me gusta pensar eso. Y a veces incluso lo creo, que siempre hay cierta capacidad de elegir. Ojala. Un besito, guapi.
Josefa: Lo malo sería saberlo con certeza, que todo está determinado. MIentras exista la duda habrá lucha. Mil besos.
Yo tampoco creo en el destino, si no unas cuantas vidas son para cagarse en los dioses, como las que comentas, claro...
Besicos
Leo, lo que quiero decir es que todo tiene sentido, pero no lo sabemos interpretar.
Belén: Todos nosotros, en determinados momentos, caeríamos en ello, ¿verdad? Bueno, yo no me quejo, toco madeeeeeeeeeera. Besis.
Angel: Eso creía haber comprendido, pues no entender los designios de Dios no me parece ser lerdo sino sencillamente humano.
En efecto, es sólo discurrir; a veces por un tortuoso e inexplicable bosque de los horrores.
Saludos
Es equívoco pensar en el destino como un final notorio de cualquier caso, ni fatídico ni glorioso, cuando quizá sea un punto mas de la inabarcable circunferencia que trazamos en el fluir de nuestros días, sin un principio ni un fin...
Como siempre querida Leo cuestión de perspectiva.
prefiero creer en la fuerza de las personas para dirigir y guiar nuestras propias acciones hacia donde deseamos... lo otro son accidentes inevitables...
Amparo: Tortuoso e inexplicable, sí. No nos queda más remedio que dejarnos fluir. Graciñas.
Valerio: Supongo que, en efecto, el destino tiene más que ver con el día a día. Casi con el minuto a minuto. Gracias.
Mar: Es una bonita creencia, Mar. Yo a veces miro alrededor para buscar la cámara oculta. Graciñas!
Me parece muy difícil la pregunta y el concepto de destino.
Se juntan muchas cosas en esas circunstancias que mencionas y me quedo sin saber qué decir.
Un besote
Preguntarse. Una pasión inútil...
Yo creo que hay un poco de cada, como dice el viejo dicho: "La vida nos da unas cartas, pero somos nosotros quienes decidimos la jugada".Bsos.
Raquel: No me extraña, a mí, desde luego, son conceptos que me quedan muy, muy grandes. Quién me mandará... Un besote.
Ana: Y tanto, ¿¿pero cómo se para éstoooooooooo?? MIl besos, guapa.
Lispector: Me ha encantado el dicho. Me lo quedo ;-) Aunque me genera otra pregunta, ¿quién pone las reglas del juego? Besotes.
Yo creo en el destino, pero también que podemos "ayudar" al destino a mejorarnos la vida. A veces hay que dar un salto, sin pensarlo mucho, sino nada cambia...
Acabo de descubrirte en el blog de Fabrisa, Verdades y Mentiras, asíque te añado al mío para leerte, me ha gustado tu blog.
Publicar un comentario