Ellos, los franceses, lo enunciaron muy bien. Libertad, igualdad,
fraternidad. Algunos, hasta llegar a esto, perdieron la cabeza.
Literal. Es una proclama que encierra el problema, el enfrentamiento
y también la solución.
Si hay libertad, la igualdad no es posible.
Y entonces, solo la fraternidad puede salvarnos.
El único vínculo para proteger nuestras menesterosas vidas, nuestra
dignidad: la fraternidad. Es decir, olvidar la visión provinciana de
considerar hermanos solo a aquellos que salieron del mismo útero.
Ecuanimidad, lo llaman donde las altas montañas.
Para salvaguardar esto, ohlàlà, sacaron la guillotina a las plazas.
Me gusta pensar que pueden existir vías más pacíficas.
12 comentarios:
A mí también.
Una entrada preciosa (como es habitual).
Creo que puede haber igualdad si hay libertad pero la fraternidad es esecial para que eso se pueda dar
Leo leooo, que bonita palabra, fraternidad, sinónimo de hermandad.
Un beso
Si hay libertad, la igualdad no es posible.
Y entonces, solo la fraternidad puede salvarnos.
Me encanta, Leo. Es así. Besos
A mí no. Sigo creyendo firmemente en la guillotina.
Fraternidad, una palabra poco utilizada hoy en día, medio olvidada; El mundo moderno piensa o pensó en algún momento que puede prescindir de ella, innecesaria, "para eso están los seguros"...
Y ese mismo mundo contemporáneo a veces me da la amarga impresión de que pide a gritos un afilado de cuchilla.
Pero al final siempre suscribo tu última frase.
Bonita entrada leo, dices mucho en pocas palabras, con mucho material para pensar, y genialmente expresado, como ese segundo párrafo.
Besos.
Jesús.
efectivamente, la libertad y la igualdad son incompatibles (se llama meritocracia). Los seres humanos somos iguales en dignidad pero en nada más. Y la fraternidad es lo que debe salvar el chiringuito.
Yo también creo que la igualdad es muy difícil de conseguir, al menos en el sentido literal del término, incluso no creo que fuese justo, aunque suene mal..
Me gusta la fraternidad, pero exige tanta inteligencia que también es complicado que se de siempre.
Es un gusto venir por aquí, ahora pienso que tendré que dejar un poco mi vida actual y recuperar antiguos blogs tan chulos como el tuyo.
biquiños
Ah, muy bien dicho; quizá lo más difícil sea practicar esa fraternidad solo por su parte buena. Quiero decir que los hermanos también se pegan, discuten, y se pelean por el amor de sus padres.
Palimp: Muchas gracias. :-) Un beso.
Raquel: lamento no estar de acuerdo. Creo que la fraternidad lo único que logra es que no nos devoremos por envidia, no qeu seamos iguales, porque salvo en dignidad (como apuntan por ahi abajo) no lo somos, ni tenemos que serlo. Gracias por venir Raquel, un beso.
Blau: Es bonita, ¿verdad? Sería estupendo tratarnos todos así. :-) Besis.
Elvira: Muchas gracias. Un besote.
Maritornes: Gracias por la visita. Un beso.
Jesús: La duda es esa, ¿verdad?, si el afilado de cuchilla haría algún bien. Yo también me lo pregunto; si, como en otros ámbitos, arrancar las malas hierbas sería beneficioso. Y creo que no. UN beso, Jesusín.
Ángel: Estamos de acuerdo. MIlagro... :-)
Frabisa: ¡¡Qué alegría verte por aquí!! Te echaba de menos. Aunque a la vista de las fotos que estás haciendo doy por bien empleada tu ausencia. Un besote fuerte.
Amparo: Justo. Pero eso es realismo, el roce, el desacuerdo que se soluciona con afecto y alguna bronca, en la mayor parte de los casos. Utopía. Gracias, Amparo.
Ayyyy Ojolá!!! (no sé yo....)
;)
(me ha encantado)
Por mucha libertad que haya si no sentimos al vecino hermano, siempre exsistiran los problemas de convivencia.
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