domingo, 4 de enero de 2009

"¿LO ENTENDÉIS O NO LO ENTENDÉIS...? *

De haber sido yo de otra manera se me habrían dado bien las matemáticas. Habría restado lo justo al restar. Y al sumar, no me saldrían multiplicados los afectos, como tantas veces me sucede ahora.
Sabría dividir de memoria, sin necesidad de recurrir a la calculadora, o a un trozo de papel, que se convertirían en folios, sin remedio, porque después de la división ¿qué hacer con el resto?, llegaría un soplo de viento y lo reavivaría y trataría de crecerse, de encontrar nuevos números, quizá sumarse a ellos, hasta tropezar con cualquier avatar que lo condenara de nuevo a ser dividido.
¿Sabría hacer raíces cuadradas?

Si hubiera sido de otra manera, es posible que las matemáticas fueran mi lenguaje, y entonces tendría a mis pies todo ese mundo de la física, perdería el encanto del misterio de todo lo que ahora se me antoja poético, por incomprensible. Incluso sabría ir más allá, columpiarme hasta el absurdo de poder demostrar que el tiempo no es diacrónico.

Pero soy así. Siempre me equivoco en las sumas, aunque no suelo salir perdiendo. Y hay quien dice, o piensa y calla, que en mí cero e infinito es todo uno.
(Como en todos, digo yo. Como en todos.)

*" ¿Lo entendéis o no lo entendéis? Si no lo entendéis, a vender castañas". (Máxima pedagógica de la profesora de matemáticas que tuve en no recuerdo qué curso de EGB).

20 comentarios:

Elvira dijo...

Jajaja! Pues una profesora de matemáticas nos llamaba "zanahorias o acelgas" si no entendíamos... Lo de acelga se dice a veces en catalán como sinónimo de "boba", pero lo de zanahoria no lo había oído nunca.

Me gusta que seas como eres, cada uno tiene su tipo de sabiduría. Algunas personas que saben muchas matemáticas son muy "acelgas" para otras cosas de la vida. Besos

Paco dijo...

somos como somos ¿o no?

Feliz año nuevo desde málaga.

saludos y buenas imagenes para este año.

Belén dijo...

Lo entendí, pero te aseguro que vender castañas es mi vocación frustrada ;)

Besicos

dintel dijo...

Yo entiendo las matemáticas, y tengo la física y la química bastante controlada, y te puedo asegurar que la poética del mundo no disminuye ni un ápice, bien al contrario.

Amparo dijo...

Cambiaría la premisa inicial: de habérsete dado bien las matemáticas, hubieras sido otra persona.
Todo lo que dicen las matemáticas es algo bello; lo demuestras con tus palabras. Hay una cantinela muy hermosa detrás de las demostraciones y de toda la jerga abstracta (tan concreta en el fondo, tan concreta).
Es pura poesía. Infinita.

Muy buen texto
Saludos

Elvira dijo...

Espero que no se haya entendido mi comentario como un desprecio a las ciencias, de hecho me gustaban mucho las matemáticas. Pero creo que salvo algunos genios, la mayoría sobresalimos más en unas cosas que en otras. :-)

Araceli Merino dijo...

Esto de las matemática es lo que tiene. Hoy simplemente recuerdo que akguien dijo que la únicca medida a la hora de amar era amar sin medida... de lo demás, ya no me acuerdo de nada!
Feliz 2009!!!

Ana Vázquez dijo...

Una gran profesora debía de ser jaja. Son las típicas cosas que se apuntan sobre los profes. Prefiero que te quedes con tu encanto misterioso.

Besitos!

Blau dijo...

Yo, entiendo que lo más importante de las matemáticas es la regla de 3, el resto es complementario, hala.

Un beso de 2009!!!

Josefa dijo...

nunca me han gustado las matematicas.
Un abrazo.

Anónimo dijo...

A mí las matemáticas siempre me han gustado, tanta exactitud, tanta perfección me parecen lo más. Sin embargo recuerdo que cuando en la infancia descubrí que los números eran infinitos me quedé profundamente desasosegada, todavía ahora evito pensarlo, no puedo con ello.
En las matemáticas afectivas no soy tan exacta, prefiero sumar o multiplicar aunque, a veces, sólo consigo restar o, peor aun, dividir. En cualquier caso dejemos que los límites siempre tiendan a infinito, derivemos, integremos y disfrutemos resolviendo problemas.
Un beso muy grande y feliz año para ti también.

Mariano Zurdo dijo...

Me divorcié de las matemáticas. No soportábamos su exactitud y mi deriva.
Besitos/azos.

Anónimo dijo...

Demonios melenudos!(1) No era en EGB, so melocotón viudo(2), que era ya en BUP, e ibamos pa castañeras las dos...menos mal que el señor puso aceite en nuestra lámpara y vamos tirando pálante...

(1) Sagrario, la profe de Gimnasia: de los 11 a los 16 años.

(2) Concha, la de Lengua (mismos años)

¡¡¡AQUELLOS MARAVILLOSOS AÑOS!!!
Recuerdo que todos los dias teniamos al menos un ataque de risa, aparte de todas las demás.

Anónimo dijo...

jajjaja qué recuerdos!!!lo debimos entender porque ninguna de la promoción acabó vendiendo castañas...jajajaj
Besos guapi
(he encontrado una rayita en una red inalámbrica..jajjano sé lo que me durará...)

Fer dijo...

Se entiende, se entiende. Y muy bien. La emoción no tiene número.

Bonita expresión.

Raúl dijo...

Menuda cruz tenemos los de letras con eso de los sentimientos.

leo dijo...

Elvira: Zanahorias... me ha encantado. Gracias por venir.

Paco: Pues sí: cada uno con sus cadaunadas. Feliz Año para ti también.

Belén: Uff, déjala frustrada mujer, con el frío que se tiene que pasar, a pesar de estar pegada al caldero.

Dintel: Bueno, yo creo que lo que disminuye la poesía de las cosas es la necesidad de desmenuzarlas, de masticarlas, de adquirir un control exhaustivo sobre ellas.
Hay muchos fenómenos físicos notablemente poéticos, incluso sus demostraciones parecen serlo. Qué suerte que comprendas también ese lenguaje.

Amparo: Tienes mucha razón. Y es cierto que eso "tan abstracto" se convierte en tremendamente concreto cuando se domina, ¿verdad? Eso decís los que sabéis.

Elvira: Yo, desde luego, no había interpretado tu comentario como desprecio.

Araceli: Sí, hay algunas cosas todavía cuya medida es la desmesura. Incontables. Y que nos duren mucho.

Alu: Era una raspa, la buena mujer. No aprendí nada de matemáticas. Lo que sí que em resulta un misterio es cómo logré aprobar (en septiembre, claro).

Blau: Sí, la regla de 3 es fundamental para la vida, jajajaja. Y me sorprende un montón comprobar cuánta gente no sabe hacerla bien. (Pa´ una cosa que sé... el tuerto en el país de los ciegos, jejeje)

Josefa: Te comprendo muy bien. A mí tampoco, supongo que porque no las entendía.

Cuqui: Eso de que nunca se acaben, de que siempre haya un número más pequeño entre dos... da vértigo, sí. Qué razón tienes: cuánto se puede disfrutar al lograr resolver los problemas.

Mariano: ¡¡Qué comentario más chulo!!! "su exactitud y mi deriva". Te lo pienso fusilar, que los sepas.

Anónima: Cuánto nos reíamos entonces. La mayor parte de las veces sin apenas motivo. Habríamos sido unas castañeras viudas con piel de melocotón y alma endiabladamente melenuda.

Lore: Pues es verdad que no conocemos ninguna castañera en nuestra promoción. Claro que, al final, todas logramos aprobar las malditas matemáticas de 1º de BUP.

Sallopilig: Pues no, no tiene número. Gracias a Dios aún hay cosas inconmensurables. Y que no nos falten. Gracias por la visita.

Raúl: Jejeje, una cruz de letras. Aunque me temo que los de ciencias tienen una cruz bastante parecida. (Es curioso: yo soy de ciencias, en verdad. Biosanitaria. Y siempre me sale decir que soy de letras.)

Mil gracias a todos por las visitas y los comentarios. Como decía Gila, yo os mando chorrocientos mil besos y vosotros os los repartís.

Raquel dijo...

Creo que sí, que lo entiendo, pero bueno... también puedo irme a vender castañas.
Y por cierto, me encanta el texto!

Cyllan dijo...

Me parto con tu profe de EGB o de BUP XD Así no me extraña que sumes mal jaja.
Pero bueno bueno, las matemáticas también pueden tener su poesía como bien demuestras con lo de cero en infinito ;)
Saluditos a los tiempos.

Anónimo dijo...

Siempre te equivocas en las sumas???

Conozco yo a un japonés que no estaría muy de acuerdo, y que te conoce bien. Uno al que se le empañan las gafas del frio estos días...

Besitos

Alf