sábado, 28 de julio de 2007

AIRE ACONDICIONADO

es viernes noche. al fin llegó la ola de calor a Madrid. las calles que ardían a mediodía ahora tratan de respirar. el escaso tráfico les marca el ritmo. mucha gente se ha marchado. agosto amenaza con el vacío, con los ecos desnudos de las risas que fueron. con esas huellas sobre la acera de los que ya no volverán. de los que fuimos.

he cenado fuera. he hablado de libros y de la vida. de los recuerdos. de lo que hay que aprender. de algunas traiciones. de varios amores más o menos felices.

ahora estoy aquí. me llegan las voces de la terraza de abajo. mis hormonas se han quedado dormidas. respiro. enciendo el aparato de aire acondicionado. solo un momento, para que enfrie mi sangre antes de rendirme al sueño. la carne se me pone de gallina. pasa el camión de la basura. doy las gracias.

miércoles, 25 de julio de 2007

TIRANÍA

Por si fuera poco la vida, encima, existen las hormonas.
No, señor: no estoy de acuerdo con ninguna ley de la paridad mientras a ellos la naturaleza no les someta a esta tiranía. Y sí: estoy cayendo en aquella máxima (mínima, diría yo) del morir matando.
Así que una, que es de genio vivo, sí, pero controlado, a veces tiene que verse echando chispas al dar las curvas de los días. Y sin razón, ni voluntad para ello.
Esto, por si fuera poco, crea una cierta psicosis de avanzadilla, y no puedo dejar de preguntarme entonces qué va a ser de mí cuando me llegue la menopausia.

Pido perdón a todos por estas reflexiones uterinas que, sin duda, no nos conducirán a nadie a parte alguna. Sólo es el triste recurso del pataleo.
Y mañana será otro día.

jueves, 19 de julio de 2007

SI YA NO ME VES

Qué más añadir. Como si fuera la única que cambiara o cambiase. No quiero ponerme estupenda, ni caer en la tentación de montar fuegos de artificio a base de palabras. No.
Me refiero a que todos cambiamos, para bien a veces. Otras para mal. Sí. Por qué negarlo. Otras solo somos realistas y actuamos de modo práctico. Aunque intuyo que esta disección no me llevará más que concluir que por lo general nos mueve lo intangible, el sentimiento, la emoción.
Y éste cambia, con el tiempo, con la vida. Cambia la actitud. Cambia la receptividad. Cambian los afectos. Y a eso se une que los demás tampoco permanecen inmutables. Cuánto me acuerdo de Heráclito a veces. Cuánto echo de menos no dominar mejor los principios del movimiento.
Quizás para poder detener no sé bien qué.

Y no puedo pretender ser original. Solo ser consecuente con mi mirada estrábica a veces. Me escabullo porque necesito que me acepten. No sé dónde aprendí a buscar las soluciones en las paradojas. Me escabullo porque estoy viva. Porque tengo miedo. Porque no quiero herir a nadie, ni salir damnificada. Porque no éncontré quien me vendiera un seguro de vida.
Me escabullo porque lo mejor es seguir adelante. Créeme. No soñar con la autosuficiencia, ni dormir en jergones que prometan el olvido.
Me escabullo pero en realidad no estoy huyendo. Y no es que quiera parecer la buena, no. Solo es que así son las cosas. Lo mejor siempre es algo tan subjetivo. Sólo reconozco los objetivos de las cámaras.
Me escabullo, al final, porque no quiero ponerme más pesada.

lunes, 16 de julio de 2007

PÁJARO, LIBRE, YO


El verano es una estación filosófica. La gente tiene la sana costumbre de irse de vacaciones. Este mes de julio estoy prácticamente sola en Madrid. Es algo irónico. Además, en estas circunstancias suele invadirme una inercia extraña que me impide comunicarme con esas pocas personas que quedan aquí. Posiblemente ellas estén tan filosóficas, aburridas y acaloradas como yo.
Este pájaro debe de tener vértigo. O bien la libertad no resulta ser lo que yo creía. O quizá la cuestión haya que abordarla enfrentándose a la otra variable de esta particular ecuación: el yo. Tal vez sea el yo el que falle. El yo que pensaba que era y que estoy resultando no ser. Y viceversa. O todo lo contrario.
Vamos a ver: si soy yo, un pájaro, y libre, además. Y estoy de vacaciones. Y mi cabeza ya está algo más despejada. Y tengo salud. Y aún algo de dinero ahorrado. Y un cochecillo, y la renfe a mi disposición... ¿qué hago aquí?
Puede que al final resulte ser un chorlito. O que esté pasando una pájara que ni la de Indurain. Tal vez no sea más que el calor. O que soy humana. Pero yo me creo que no es más que la abstinencia de la nicotina, que aún me tiene el cerebro al bies.

martes, 10 de julio de 2007

LO QUE SABEMOS Y LO QUE DEJAMOS DE SABER




dijo no sé qué poeta que todos escribimos porque sabemos que vamos a morir. nuestra única certeza en esta vida es una verdad amarga. o no.
personalmente, conflictos con el tiempo aparte, considero que vivir para siempre debe ser el peor castigo. y que saber que todo este tinglado se va a desmontar sin remedio es una suerte de acicate para esforzarnos en el día a día. unos escasos años para dejar cierta impronta. y esto quien tenga sed de trascendencia. quien no la tenga puede concentrarse tan solo en ser él mismo, o en hacer felices a los que le rodean, o en alcanzar la excelencia en algo, o en acelerar el proceso y destruirse con los métodos que queden al alcance de su mano, o...
quizá es la muerte la que nos hace libres en vida.
quizá, tras pasar por su tamiz, seamos tan, tan libres que nuestro cerebro no acierte a comprender ese concepto.

sábado, 7 de julio de 2007

07.07.07

parece una fecha mágica. en un día como hoy deberían suceder cosas especiales. el fin de una era. un comienzo. replantearse algunos de los viejos hábitos para retomar esas cosas que rondan la mente desde hace tiempo -puede que desde siempre-, esas cosas que nos obsesionan, que sentimos que nos faltan. que nos diferencian.
hoy me convenzo de que esos dígitos, combinados de esta especial manera, guardan un mensaje oculto para mí. la esperanza en el cambio. la ilusión por los nuevos amaneceres que me esperan. como si me anunciaran que llegó el momento de despegar, que se terminaron las excusas. que tengo que moverme para encontrar la solución a mi propio acertijo, la fórmula que rompa este sortilegio que me ha mantenido dormida durante demasiado tiempo. una combinación secreta que encierre en sí misma el infinito, ese infinito que no puedo ensanchar ya más al adherirle el mío, pero sí darle matices. la demostración de que la soledad no es más que una invención del maldito ego para aislarnos.
hoy cumplo 35 años. y tengo la sensación de que, en cierta forma, hoy nazco de nuevo.

domingo, 1 de julio de 2007

VIAJAR

conozco poca gente a la que no le guste viajar. a mí me gusta mucho, me encanta, pero siempre me sucede una cosa curiosa: unos pocos días antes de marcharme, me entra un pereza impenitente que me susurra en la oreja excusas para que no me mueva. desde el clásico esguince de tobillo, o una diarrea inoportuna, hasta las tramas más complicadas y dramáticas, en las que suelo enfermar de gravedad a algún familiar o incluso fantasear con verme incluida en una acción crucial para el destino del planeta, o algo similar.
sí, sí, lo sé: menuda gilipollez. pero me sucede.
luego, la víspera de la partida me relajo. parece como si, al ver que es inevitable, mi mente se resignara y recordara la intención inicial que tenía el viaje en cuestión. recobro la ilusión de un plumazo. y entonces es cuando me empiezan a devorar esos nervios especiales de los viajes.
así estoy ahora. no os imagináis lo que me ha costado escribir esta chorrada. mi mente ya está en granada, sí, anticipando incluso el calor. al fin voy a conocerla. no sé qué será de mí el día que cumpla otro de mis sueños y vaya a los fiordos, o a nepal, o a...
buena semana a todos. hasta el viernes.