"Tomar el papel con cautela, no vaya a ensimismarse.
Sostener el bolígrafo como quien sostiene un pincel,
con mucha levedad.
Empuñar el silencio y convertirlo en palabra,
paladeando el verso, el ritmo, las imágenes,
el hombre que se cruza con su sombra,
los paisajes perdidos, los que no conociste,
las bocas cuyo umbral tu boca no ha alcanzado,
un fresco vendaval que se avecina.
Sin miedo, estás jugando,
todo vale en el cuarto de los juegos.
Escucha cómo huelen las palabras,
con qué delicadeza te hieren, vacilantes.
Escucha cómo el eco de las voces
oculta esa otra voz que eres tú mismo.
Sigue su curso y habla
en tu nombre y en el suyo,
en el nombre del hombre que nos sueña,
como si se pudiera decir lo que se siente,
como si se pudiera
sentir lo que ahora escribes."
Es un poema de Eduardo García.
*No sé cómo se titula el poema; ni siquiera si tiene título. El título de la entrada es mío. Por si aca...
8 comentarios:
"Escucha cómo el eco de las voces
oculta esa otra voz que eres tú mismo..."
Todo muy hermoso, pero me gusta destacar estos dos versos.
Besos
Pues es un poema precioso, ciertamente.
Qué sorpresa, me encanta Eduardo García: las cartas marcadas.
Magnífico.
Saludos
Un regalo en este viernes caluroso e infernal.He estado fresquita en el cielo mientras lo leía. Bsos.
¿O eran las cartas boca abajo?
Elvira: Son preciosos, sí. Y "conocidos". Graciñas. Besos.
Raúl: Gracias por venir. Precioso de verdad.
Amparo: Son Las cartas marcadas, sí. :-)) graciñas.
Lispector: Es verdad que a veces hay textos que nos transportan a un lugar que se parece al cielo.
Gracias por este regalo.
Ha sido un placer de lectura, rica, dulce y enriquecedora.
Leo poca poesía, así que hoy me has ayudado a completar mejor mi día.
un beso, guapísima
Frabisa: Me alegra que te haya gustado. Graciñas por venir. Un beso grande.
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