viernes, 22 de febrero de 2013

HANEKE, AMOR, Y TAL

He ido a ver Amor. La peli ya se ha llevado varios premios y está ultranominada a todos los premios del mundo mundial, interplanetarios e universales.
¿Vosotros también os habéis dado cuenta del tonillo?
Que nadie interprete mi tonillo como desprecio, o como falta de reconocimiento a la calidad de la película. Lo que me pasa es que estoy cabreada con Haneke. Por ser tan seco, por hacer pornografía sin el más mínimo sonrojo, por no ser capaz de crear poros de ficción por donde respire un poquito la esperanza. Con lo caro que está el cine, además. Que para la realidad ya está el telediario, muchísimo más amable, dónde va a parar, a la hora de contar la vida.
(Siempre he pensado que a los austríacos les pasa algo). (Sobre todo a los que son alemanes y ruedan películas austríacas).
Al igual que en la vida, en Amor las cosas pasan sin más, y sin banda sonora, ni posibilidad de reacción. En el cine no se puede ni llorar. La emoción se hace una bola de acero que se atasca en medio de la tráquea, y nada más que a solas, luego, en la cama, se deshace poco a poco a base de acidez e insomnio. Con un poco de suerte lloras algo: de pura rabia cuando suena el despertador. Con menos suerte, al día siguiente ya respiras lo bastante como para pegarle dos gritos a la cajera del súper, o a tu compañero de trabajo; o te enfadas con tu amiga del alma, que con 39 de fiebre rompe tus planes de ir al cine a sacarte la espina viendo a Colin Firth (o a Bradley Cooper).
Y todo porque a Haneke le da la gana de hacer porno con nuestros miedos: la soledad, la vejez, el sufrimiento de nuestros seres queridos, la incapacidad, la demencia, la muerte de la esperanza.
Así que me quedo pensando en la función del arte, y en las concesiones de éste al entretenimiento. O a la humanidad. Y en Bradley Cooper. Porque lo demás ya lo toco con las manos

10 comentarios:

Amparo dijo...

Lo cuentas estupendamente. Yo ya decidí, desde el primer aviso en "Días de cine" no acercarme a verla. Y no lo haré, aunque me gusta Haneke. NO quiero esa bola de acero, ese nudo. No quiero imaginármelo siquiera.
No la veré nunca.
Saludos.

Anónimo dijo...

Pura enjundia lo de este magnífico post.
Yo creo que Haneke pensaría leyéndote (igual lo hace, que está ahora por el barrio, dirigiendo a Mozart en el Real) que ha conseguido lo que buscaba. Pones el dedo en la llaga.
Yo , particularmente, encantándome el cine de Haneke, con Amor encuentro insalvable la brutal, militante y despiadada frialdad marca de la casa y que viene de maravilla para hablar de perversiones sexuales (Pianista) o siniestras radiografías sociológicas (Caché, cinta blanca), no para esta historia tan profundamente humana y desgarrada que convierte el puñetero en pura lejanía y hielo. Supongo que si alguien ha vivido de cerca una tragedia parecida la película ha de ser insoportable... a mi me fascina su construcción, su forma, su ritmo y sus opciones narrativas y ya.
Bueno, pasaba a menudo por aquí y nunca había dicho nada. Lo he compensado con este latazo. Disculpas.
Saludos

dintel dijo...

No lo conozco. He oído lo de Mozart, eso sí y me han dado muchas ganas de ver su trabajo.

Unknown dijo...

es que Haneke está muy amargado. Y sí, he conocido a más de un austriaco y les pasa algo... y es algo bastante oscuro, la verdad.

La Rata Paleolítica dijo...

Al leer tu escrito me imaginaba la historia, y como me ha picado la curiosidad, he encontrado en la wiki la descripción de la peli, incluido el final (!!!)(joer con la wiki).

Describes magníficamente esa sensación que a veces tengo, de desear un entretenimiento que no me restriegue "lo demás, que ya lo toco con las manos".
Dado mi estado mental, quizás los tiempos que corren, dudo que la vea la verdad; Como has avisado, lo cambiaré por un bonito paseo con nieve y viento.

Besos.

Jesús.

Raquel dijo...

Como dice Claudio, yo también creo que has puesto el dedo en la llaga

Blau dijo...

Leo leooo, pero que película es esa. Ya mismo la busco en google.

Un beso.

Sandra Sánchez dijo...

Leo, no sabes lo que me alegra haber leído ahora este post tuyo sobre esta película. Me ha hecho gracia porque hemos utilizado la misma palabra: "pornografía". No me enrollo más y paso a hacerte un copia y pega de mi reseña sobre la peli en mi blog de cine: Películas Desordenadas (aunque en mi blog lo publiqué antes de ayer, ya lo había publicado el día 21 en el blog Polemicine en el que colaboro también). No me enrollo más te pongo mi reseña:

"Estimado Sr Haneke:

he visto su película “Amor” que tan buenas críticas está recibiendo, con la ilusión de que me gustara aun sabiendo que usted no es santo de mi devoción (supongo que sabrá perdonar mi sinceridad). Y el caso es que todavía no sé si su película me ha gustado o no. Sé que puede resultar raro y por eso me gustaría explicarle los motivos de mi indecisión.



No he podido evitar, viendo esta película, acordarme de “La naranja mecánica”, la famosa escena en la que a Alex le ponen los aparatos en los ojos que le hacen mirar quiera o no todas aquellas escenas tremendas de violencia. En “La naranja mecánica” el que sufría la tortura de aquellos aparatos era el protagonista de la película, pero con “Amor” me ha parecido que ha hecho usted algo mucho más perverso, ya que la que “sufre” la tortura de las imágenes soy yo y segundo la sufro realmente, es decir, no estoy dentro de una película. (sigo en el siguiente comentario)

Sandra Sánchez dijo...

La cinta es lo que es y trata de lo que trata (mujer mayor enferma, paralizada de un lado que la cuida su marido, punto, no hay más) es decir, o la veía entera tal cual o cortaba por lo sano… Yo evidentemente quería verla, así que no me deja usted ni la oportunidad de poder pasar alguna escena para llegar a otra parte de la trama porque resulta que la película entera es lo mismo.

Sr Haneke ha hecho usted de su "Amor" un agujero porque el que poder ver la realidad, pero no una realidad un poco dulcificada o suavizada que todos esperamos de una película, ya sabe, una banda sonora, unos personajes secundarios que en un momento dado nos saquen un poco de la trama principal, un cambio de escenario (aunque esto no es esencial) no sé algo…pero resultó que no, que “Amor” me la tuve que tragar totalmente “a pelo” (esos planos laaaaargos y fijos, perdone usted mi ignorancia pero a mí me aportan poco o nada, a no ser el sentirme todavía más observadora de la escena y totalmente ajena a la misma, cosa que por otro lado casi le agradezco), no ha puesto usted ni una sola nota de banda sonora que me hubiera dado pie a emocionarme y así poder convertir por lo menos por unos momentos en pasión lo que estaba contemplando con tanta frialdad, no sr Haneke porque siento decirle que su película no me ha conmovido (y fíjese que yo para las películas soy de lágrima fácil), me ha incomodado y como usted bien sabrá, conmover y emocionar no es lo mismo que incomodar. Perdone usted si me incomoda la realidad cruel, la realidad fría, la realidad cotidiana, la peor realidad que a todos tarde o temprano nos espera…perdone usted si me incomodan esas cosas (claro que si sus pretensiones eran esto último y no lo primero entonces felicidades porque lo ha conseguido).
Sé que la vida real no lleva banda sonora sr Haneke, pero es que resulta que la vida real ya la tengo, y no es que pretenda darle la espalda a la realidad cuando miro una película, pero sea valiente, por lo menos, de mostrarme “su” visión de la realidad y no algo tan frío y despiadado que me valdría sólo poner la cámara en un plano fijo en cualquier hospital o cualquier residencia de ancianos para ver cómo se cambia un pañal, cómo moja la cama una persona enferma o cómo se la baña sentada en una silla…a eso yo lo llamo pornografía señor Haneke, pura y dura. Eso sí, tengo que decirle que los actores, son de diez. Me los he creído tanto que de ahí el motivo de mi carta.

Pero siento decirle que no le he entendido, no sé exactamente qué es lo quiso enseñarme con “Amor”, es decir ¿sólo pretendía que viera cómo un señor mayor cuida de su mujer enferma?, ¿cómo nos llega la vejez y lo que ello nos puede traer?, ¿de verdad sólo era eso?, ¿o pretendía que viera el egoísmo de una persona que hace prometerle a otra que no la llevará al hospital pase lo que pase y allá se las componga como pueda para cuidarla?, ¿es eso Amor, sr Haneke, o es chantaje emocional…?



Me ha abofeteado durante dos horas con una hiperrealidad ampliada que no me ha aportado gran cosa, permítame que por lo menos pueda a través de esta carta sacar hacia fuera la incomodidad que me ha producido ya que durante la película no ha sabido emocionarme.


Y sigo sin saber qué nota ponerle a su película sr Haneke, tal vez porque la realidad se vive y no se puntúa y su película es tan real como la vida misma.



PD. Le sugiero que cambie el título de su película a “Enfermedad” , “Vejez” o mejor aún “Enfermedad y vejez” así nadie se llamará a engaño.



Atentamente,

Pulgacroft.


NOTA: al final y a falta de una nota "neutra" le he puesto un 5 en un "ni pa ti ni pa mí"..."

Cinéfilo dijo...

Mira que sois simples quienes opináis así.