lunes, 23 de abril de 2007

LIBROS

Hoy no puedo sustraerme a la celebración, aunque resulte poco original. El día del libro es mi día, más que el día de mi santo.
Yo no sería quien soy sin los libros. Han sido, son y serán los ladrillos de mi vida. Me han reportado multitud de momentos irrepetibles. Desde las historias de los cinco a ciertos espesos tratados de filosofía.

Hoy trato de señalar unos pocos y me cuesta mucho. Quizás el libro que más me haya marcado sea El señor de los anillos (JRR Tolkien), que se convirtió en mi lectura obligada durante muchos otoños. La insoportable levedad del ser (M Kundera), y San Manuel bueno, mártir o Niebla (Unamuno). Y la Nada de Laforet. Y Crimen y castigo, Ana Karenina o El viaje a centro de la tierra.
La Palabra sobre palabra, de ángel González; cualquiera de los poemarios de Gloria Fuertes. Los veinte poemas de amor de Neruda (no me olvido de la canción desesperada, aunque me guste menos). Benedetti. Gioconda Belli. Francisca Aguirre. Salinas. Gamoneda (al que este blog debe su nombre). Cernuda...
El encuentro con Carver, con Coetzee, con el pesado de Chejov (que Dios me perdone). El viejo que leía novelas de amor, de Sepúlveda. Hemingway y sus relatos. Y Bradbury. Y Borges, con sus cuentos y sus bibliotecas, ambos laberínticos...Y la fabulosa Conjura de los necios...Y mi recién descubierta Irène Némirowski. Y mi profe, Cristina Cerrada, y sus Noctámbulos, o su Compañía, de los que tanto he aprendido, aunque suene a peloteo.

Y porque de cada libro se puede extraer algo bueno, aunque sea lo que no hay que hacer o tan solo pasar un buen rato (esos libros-golosina como yo les digo, que, como las chuches, no son más que calorías vacías) que nadie se rasgue las vestiduras porque mencione La sombra del viento, El código da Vinci, El ocho de la Neville, El anillo de Jorge Molist, y toda la serie de El jinete a través del espejo, de Donaldson. Y muchos otros aún menos confesables, de esos que forramos con papel de regalo para que nadie descubra nuestro "pecado".

No están todos los que son, pero bien valen como muestra. No dudo de que me vendrán más a la cabeza a lo largo del día y me producirán remordimientos por no haberlos recordado en este instante, pero en algún momento tengo que terminar esta entrada.
Feliz día a todos. Que nada nos impida seguir poblando nuestros rincones (y nuestros sueños) con palabras.

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Le debes mucho a los libros, es verdad, como se lo debemos todos los que nos acercamos a ellos con sed, los que no podemos pasar mucho tiempo alejados de ellos. Les debes entretenimiento, diversión, aprendizaje, filosofía... A los de otros y a los tuyos, que esperamos que pronto anden encuadernados por ahí, como los demás.
Pero debería haber un día de Leo, porque gracias a Dios, y aunque te confieses fervorosa admiradora de este día y lo que supone, eres mucho más de lo que los libros han hecho en tu vida. Por encima de lectora, escritora, alumna, amiga, hija, fémina, o cualquier otra cosa que se pueda decir de ti, eres una gran persona. Y eso no sólo se lo debes a los libros, aunque no te discuto que, en general, son maravillosos (como básicos Pilares de la Tierra sobre la que crecemos, aunque a ti no te gusten demasiado)
Me acabo de dar cuenta de que no hay día del Ser Humano, ¿o sí lo hay y yo lo desconozco? En tal caso, no parece que se le dé mucha importancia. Y es una lástima, porque se celebra cualquier tipo de etiqueta que se nos ponga: madre, padre, niño, mujer trabajadora... (además de los grandes esfuerzos, dignos de agradecer, que se hacen algunos días por concienciar y mejorar duras realidades: hambre, sida, violencia de género...), pero nos olvidamos de dedicarle un momento especial a lo que somos por encima de todo; personas.
Al menos al Corte Inglés no se le ha ocurrido instaurar un nuevo día de compras.
Bueno, Leo, espero celebrar este día el año que viene, si no puede ser antes, muriéndome de envidia mientras te veo firmar tu propio libro a los clientes de una libreria. Besotes.

Anónimo dijo...

Querida Leo,
Primero, muchísimas felicidades. Me he emocionado leyendo tu entrada. Me has hecho transportarme a los momentos en los que era una ferviente devoralibros. Debe ser que quemé demasiadas neuronas con lo "emocional" , pero perdí el hábito que me caracterizaba. De tu "lista", decirte que coincido con muchos, pero si tuviera que destacar me quedaría con el insomnio combatido con Benedetti, la locura compartida con Borges, las frases robadas a Kundera, las lágrimas secundarias a Angel González, las carcajadas sincronizadas con los necios, las mentiras que me desesperaraon de Neruda sobre el amor, la contundencia de Salinas, y para terminar, añadiría a Lorca, a Machado y a Auster, a los cuales invitaría a cenar una noche para disertar sobre el prisma en que a veces se convierte la vida. Eso sí, esta vez reservaría el Janatomo con tiempo.
Gracias por ser Leo. Es un honor compartirte.
Un abrazo isleño

Azul... dijo...

Sonrío porque, como ya he contado hasta el cansancio, por no tener, en España no tenía ni mi propia cama (ya merito la compro je), pero entre mis poquísimos haberes están un baúl de madera, un escritorio, 3 bibliotecas y libros para forrar el piso nuevo desde el suelo hasta el techo =oD

Un besote, maga preciosa, yo también soy de las que lee de lo divino a lo profano, si me gusta, da igual lo que digan los demás ;)

Anónimo dijo...

Gracias a todas.
Palo: ´Tienes toda la razón con que la celebración de este día es un poco "falsa". Hoy día siempre desvirtuamos todo al impregnarlo de nuestro afán mercantilista. Pero imagino que aún hay mucha gente que, por encima del negocio, sigue creyendo en el día de la madre...Gracias por tanta fe en mi. Sabes que me abruma y me anima a partes iguales.
Ara: Y todos los que me he dejado¡¡¡¡ A lo largo del día he ido reparando en todos los nombres que me dejado. En fín. Nadie es perfecto. Para mí sí que es un honor contar con gente como tú. Gracias.
Azul: Qué difícil separarse de los libros. Llegan a convertirse en amigos a los que resulta imposible dejar atrás. Gracias por el cariño que transmites en tus palabras.
Besos y abrazos a las tres.

Ulysse dijo...

Hey!
Grácias por tu visita!.
En verdad que tus mares de palabras impresas nada deben de enviar mis fotos.
Las pongo por qué todavía no soy capaz de sustituirlas con la llama de vocablos que describan esa impresión, esa luz.
Desearía poder transmitirlo mejor, pero solo poseo esos pixels.
Si además consiguen complementar algún post de alguien más, pués doble ganacia.

A+
Mi viaje nunca acaba...

Anónimo dijo...

LAS CRONICAS DE MORDANT de Donaldson no son gasolina. tu amiga la friki bego

Anónimo dijo...

Bienvenido Ulysse¡ Gracias a ti.
Bego: a ver, que tú sabes bien que adoro esos libros y que soñaba con ellos...pos anda¡
Besos

Sandra Sánchez dijo...

Coincido contigo en mucha de esa LITERATURA (con mayúsculas), algunos libros no los conozco, muchos de ellos me han emocionado o me han hecho reflexionar...pero también quiero romper una lanza en favor de esos libros que tú llamas "golosinas" y yo "lectura de playa"...¡cuánto entretenimiento entre sus páginas! ¿nos parece poco?, lo bien que nos lo han hecho pasar en momentos en los que a lo mejor lo único que nos hace falta es evadirnos un poco...además es cierto, creo que de todas las lecturas se saca algo bueno, creo que cada momento tiene su literatura...
Saludos.