No hacer las cosas crea hábito, casi más que hacerlas a diario. O al menos eso es lo que me sucede ahora.
He estado un par de días fuera de casa y hoy, que me enfrento de nuevo a mi querido blog, me doy cuenta de que no se me ocurre nada que contar. No es que no tenga inquietudes, ni que de repente mi cabeza haya dejado de ser un hervidero. También mi amiga Azul, hace unos días, comentaba que le sucedía lo mismo.
Le echaré la culpa al verano que ya se cierne sobre nosotros, a la abstinencia del tabaco de nuevo (por cierto: 18 días sin fumar. Tenía que decirlo), o a que mis vecinos están haciendo más ruido que de costumbre.
Hasta los dedos se anquilosan, se tropiezan unos con otros.
Poco a poco. Los dedos, la cabeza volverán a entrar en calor. Prometo intentarlo.
3 comentarios:
Para calor el que estamos pasando en Málaga estos días...uff vaya que si entras en calor...pero es cierto los hábitos (sobretodo los buenos) tardan en cogerse y muy poco en perderse...seguro que pronto lo cogerás de nuevo, la temperatura influye bastante, dí que sí.
pd. mi post de hoy no ha sido muy afortunado para ti jeje (lo siento) pero ánimo con eso que tú ya sabes..
Saludos (y gracias por tus visitas).
Gracias por tu coment, sí, todo se puede superar...ya lo verás...Te enlazo en mi blog, ¿vale?, que no había hecho antes.Besos.
Pulga: muchas gracias. Me ha hecho gracia el tema de tu post de hoy, ya es casualidad, pero así es la vida. De hecho ahora sólo parecen llamarme la atención los que echan humo. Jejeje.
Miwok: Cpn paciencia y unas cañas todo se supera, verdad? Muchas gracias por enlazarme.
Abrazos a ambas.
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