miércoles, 24 de septiembre de 2008

EUBASIA


Algo tiene el otoño que induce a la pereza. Y que, sin embargo, llama al movimiento.
Nadie en los bancos. Parece que nadie mirara. Al fin solos. Nosotros y el crujir de las hojas bajo nuestros pies. Los pasos.
Puede que todo llegue cuando tiene que llegar. Que no haya más afán que mantener la cadencia exacta. La belleza de los pasos.
Exactamente como si nadie nos mirara.
Exactamente como si todo (y nada) estuviera prefijado.
Sólo mantener el ritmo apropiado, ése que nos recuerda que tenemos un cuerpo.
Sólo mantener la temperatura del ánimo, ése que nos recuerda que cabemos en algo más grande.

22 comentarios:

Blau dijo...

Leoooo, uuummm veo que el Sr. Otoño ha llegado a tus predios también :o) vamos a mantener el ritmo y la temperatura.

Besos

Josefa dijo...

Me gustan mucho tus escritos. De este me quedo con.
SOLO MANTENER EL RITMO APROPIADO, ESE QUE NOS RECUERDA QUE TENEMOS UN CUERPO.

ES UN PLACER LEERTE.

Sandra Sánchez dijo...

Es como si el otoño te recordara "ese dejarse llevar" por el destino que tenemos o que podemos tener marcado para cada uno de nosotros. Como si sólo hubiera que saber asumir ese futuro incierto y prefijado que nos espera...
¿algo así , no?

(Se respira esa melancolía del otoño en tu escrito, me ha gustado)

Belén dijo...

Yo es que me gusta el frío mujer, será que vengo de tierra seca, no se...

Pero em acerco a ti para calentarte ale, si?

Besicos

Paco dijo...

yo solo te puedo decir que mis meses preferidos son octubre, noviembre y diciembre.

saludos

Lispector dijo...

¡Cuánta musicalidad en tus palabras, Leo! Me recuerdas a T.S Eliot en uno de sus Cuatro Cuartetos,el llamdo "Burnt Norton", uno que dice: "El tiempo presente y el tiempo pasado, quizá se hallen presentes en el tiempo futuro,y el tiempo futuro dentro del tiempo pasado.Si todo tiempo es eternamente presente, todo tiempo es irredimible.

Lo que pudo haber sido es mera abstracción quedando como eterna posibilidad solamente en el mundo de la especulación.Lo que pudo haber sido y lo que fue
apuntan a un solo fin, que está siempre presente".

Las resonancias de tu texto se quedan dentro, como las de Eliot. Bsos.

Daniela.

elita dijo...

¡¡Me encanta el otoño!! Y me gusta mucho el frío frío también. Aquí no tenemos mucho y cuando veo que se acerca me entran unas ganas de libros, pelis, sofas, mantas... ¡mmmm!

Fernando Alcalá dijo...

Como siempre, Leo, pones en palabras mis propias sensaciones. *Plas Plas plas*

Raquel dijo...

Bonit. Así lo siento yo también.
Besotes

Anónimo dijo...

El otoño inspira.
El sonido del viento, el baile de las hojas, una tarde en un café con los cristales mojados.
El otoño es nostalgia de muchos momentos que se reviven al oler la tierra húmeda, al pasear con el cielo plomizo, al ir por el parque...y sentir, como dices tu, nuestros propios pasos.
en fin...el otoño es el paisaje de mis momentos más románticos, y eso ya es mucho.
Bg

rubén dijo...

Sí, siempre cabemos en algo más grande. Precioso.

leo dijo...

Blau: Sí que ha llegado, sí. Por dentro y por fuera. Besitosss.

Josefa: Jo, muchísimas gracias. Me animas un montón; me alegro mucho de que disfrutes leyéndome. Un abrazo enorme.

Pulgui: Me alegro de que te haya gustado. Todo va oliendo ya a otoño, a pesar de los veranilloss. Un beso.

Belén: Muchas gracias por el ofrecimiento. Ya también soy más de frío, pero siempre se agradece el calor. Un besote.

Paco: Un hombre de otoño-invierno, por lo que veo. Compartimos gustos, pues. Un abrazo y graciñas por venir.

Daniela: Gracias por traer esas maravillosas palabras de Eliot. Sigo dándoles vueltas... Un besote.

Elita: Jejeje, me encanta ver que somos unos cuantos los "friófilos". Espero que en tu nuevo destino puedas tener alguna de esas fantásticas tardes de sofá, manta, cafetito y libro. Besos.

Fer: Gracias. Tú sabes bien que, para los que escribimos, es un honor cuando nos dicen eso de que hemos sabido expresar un "sentimiento antiguo". Graciñas de nuevo. Un besote.

Raquel: Otro gusto/pensamiento/sentimiento más que compartimos. Un besote.

Anónima Bg: Ayss, el otoño. Sí que es romántico, sí. El domingo especialmente, ¿no? Felicidades por adelantado. Y mil besotes, hormiga.

Rubén: Ojalá lo tuviéramos claro en muchos momentos. Tanto en los de oscuridad como en los de luz. Graciñas y un beso.

Anónimo dijo...

Es un texto precioso.
Sosegante.

Azul... dijo...

Un bálamo que necesitaba me baña en cada una de tus palabras, Maga...

"Puede que todo llegue cuando tiene que llegar. Que no haya más afán que mantener la cadencia exacta. La belleza de los pasos."

Gracias, preciosa, de corazón...

dintel dijo...

El otoño llega con sus propias palabras.

carmen dijo...

Cómo me gusta, Leo. Me relaja y me pone a buenas con todo.
Al final solo queda fluir.
Besos
Carmen

Ana Vázquez dijo...

Me han gustado mucho tus palabras, el otoño siempre es una época bastante nostálgica así que aprovéchala en la medida que puedas y ya nos contarás que dicen tus pisadas en otro suelo.

Un beso chica :)

Anónimo dijo...

Parece que te encuentras en un momento de plenitud. Espero que sea cierto. Y perdurable.
Beso, querida.

leo dijo...

Amparo: Muchas gracias. Es que el otoño es una estación de calma. Un abrazo.

Azul: Gracias a ti, Azulilla, guapa. Se te echa de menosssss. Mil besos.

Dintel: Qué razón tienes, el otoño siempre encuentra la manera de concretarse, de definirse.

Carmen: Fluyamos, pues. Jejeje. Y sin necesidad de profesores. Un besote.

Alu: Ya nos iremos contando adónde nos llevan nuestras pisadas. Un besote.

Ana: Pues sí: es un momento muy bueno para mí. Pero como ya sabemos que lo único perdurable es que nada perdura habrá que disfrutarlo contrarreloj, sin detener los pasos nunca. Gracias y un beso.

hombredebarro dijo...

Como siempre claro, sencillo y hermoso.

Mariano Zurdo dijo...

Es que para un melancólico patológico como yo el otoño es un hogar de alfombras pardas...
Me gusta leerte.
Besitos/azos.

leo dijo...

Hombre de Barro: Muchas gracias. Me hace ilusión que te haya gustado. Un saludo.

Zurdillo: Uys, melancólico sí, pero seguro que no tan patológico. Dicen que los artistas irremisiblemente han de ser melancólicos, pero no me creo que hasta el punto de estar enfermos. Un beso.