martes, 24 de noviembre de 2009

SUFICIENTE


Haría falta un terremoto para que llegáramos a tocarnos. Qué insensatez, desear que ocurra una desgracia. El terremoto. Tú y yo. Y todo lo demás. Lo que vendría después. Los fragmentos confundidos. El caos. El sílice carcomiendo los pulmones. La felicidad que no es tal, sino solo el alivio del dolor. Pasajeros. Decepcionados. Creernos que algo puede ser eterno. Ni siquiera las piedras. Puede que sea ridículo, insensato, esperar nada aparte del silencio. Sólo queda aceptar que las piedras son piedras. Exquisitamente mudas. Equidistantes en el tiempo de las intenciones. Bancos de piedra. Prestar su asiento un instante es todo el amor que les es posible. Y tal vez sea suficiente.

28 comentarios:

añil dijo...

Para siempre es demasiado tiempo, todo es más que mucho, pufff, agota tanto, ¿no?, mejor un poquito o nada.

Besos

Elvira dijo...

Exquisitamente mudas. Me ha encantado. Pero el terremoto... mejor no.

Besos

Lore dijo...

Es cierto que hay personas que dan "todo el amor que les es posible", pero fíjate que creo que eso muchas veces les sirve de excusa. En el amor, nunca es suficiente.
El corazón, como buen músculo, hay que ejercitarlo, hay que arriesgar y luchar, para que no nos quede la duda de si pudimos amar más, de si fue suficiente.
Besos guapa

Blau dijo...

Leo, leoo si es necesario un terremoto para tocar a alguien, no me quiero imaginar lo que se necesita para un beso.

Azul... dijo...

¿y qué se hace mientras tanto con el ahogo que se te instala entre las costillas y te sale licuado por los ojos??? (Tranquila, no espero respuesta. Yo me repito "llueve y escampa" como un mantra, en una de esas hace efecto... espero)

¡Mil besotes, Maga!

Belén dijo...

Quizá el terremoto son sus pestañas...:P

Besicos

Cris dijo...

Qué desastre, cómo ha quedado todo!!! Pero hay orden en el caos...
Se presiente.

Besos!

leo dijo...

Añil: Comparto ese agobio. Mejor un poquito, intenso y breve, o que dure lo que tenga que durar, pero sin la expectativa. Graciñas y un besote.

Elvira: Estoy contigo, de terremotos nada. Me aterran. Desde que era una niña. Besotessss.

Lore: Nunca suficiente. Pero mejor en movimiento, ¿sí? no más bancos de piedra, no más aposentarse en falsos latidos. Beso enooooorme, guapi.

Blaucita: Pues algo así como que llegue el juicio final, la cuarta glaciación (¿o vamos por la quinta?), o vaya usted a saber... Yo tampoco lo quiero pensar, sinceramente. ;-)

Azulilla: Llueve y escampa, gracias al cielo. Adopto tu mantra. De todos modos, el licuado del ahogo, con los años, ablanda incluso a las piedras. (Aquí el que no se consuela es porque no quiereeeeeeeeeeeeee). Besis.

Belén: Pues puede ser. Jaja. Aunque por las pestañas sería más bien un huracán, ¿no?

Cris: Síiiiiiiiiiiiii, el caos tiene sus propias normas. Que viva la entropía (como decía un amigo mío). Todo pasa. Graciñas y besos.

arandanilla dijo...

Un terremoto mueve las aguas, quizá sea algo necesario...nunca sabemos. Y las aguas demasiado tranquilas también son algo temibles. En cuanto a las piedras, son testigos mudos, no nos convirtamos en piedras...no nos hicieron para eso, no? a Azules, un abrazo grande para que no se instale nada en sus costillas, y fulgure. A ti, gracias por pasar por Ruta y por dejar huella. Que descanses, buenas noches...

Lispector dijo...

Sólo piedras, es verdad, creo que sólo contamos con nuestra imaginación para convertir lo neutro en seres amables y danzantes. Menos mal que Dios no ha dado la fantasía, no sé qué haríamos sin ella. Un beso, Lelo-Leoni.

La Rata Paleolítica dijo...

Y disfrutar, si apetece, del banco de piedra; Pero no dejar que se disfrace de sofá triclinium romano, ni esperar mucho mas que el trasero plano.

Jesús.

isobel dijo...

siempre he pensado que las piedras estaban vivas, nunca las vi como inanimadas, besitos

Raúl dijo...

Esa frase de "los fragmentos confundidos" bien vale un relato.
Un abrazo.

Fernando Alcalá dijo...

Joe, qué imagen más bonita la de los bancos de piedra. Cómo me ha gustado, la de imágenes que trae a la cabeza.

Anónimo dijo...

A veces es mejor cuantos menos terremotos haya..

leo dijo...

Arandanilla: Es un gusto pasar por Ruta, querida. No seamos piedras, no. Un beso grande.

Lispector: Pues sí: yo no sé qué sería de mí si de repente perdiera mi capacidad de imaginar. No quiero ni pensarlo. ¿Soñarán las piedras? Mil besos.

Jesús: Qué bueeeeeno. Me ha encantado. Ni engaños, ni autoengaños. Ni falsas expectativas. Bravo. Un besote.

Isobel: Pues no te quito la razón, desde luego. Yo lo veo más bien como que tienen una vida al ralentí, en permanente hibernación, no sé... Un beso.

Raúl: Pues anímate, hombre. Mira que me encantaría encontrarme un relato en tu blog sobre esos fragmentos confundidos. Es un reto con todas las de la ley, ¿eh? :-) Otro abrazo para ti.

Fer: ¿Verdad que es bonita? Pasé una semana visitando esos bancos, sentándome en uno o en otro. Un lugar maravilloso. Pero esos dos bancos enfrentados tienen un potencial evocador fantástico. Me alegra que tú también lo percibas; así no soy la única loca. ;-) Besotesssss.

Jordim: Bienvenido. Estoy muy de acuerdo. Sobre todo es mejor cuando uno tiene otros objetivos en los que centrarse. Un saludo y gracias por la visita y comentario.

la cocina de frabisa dijo...

Dicen que no hay mal que por bien no venga.
Si el terremoto es la causa, aunque sea una insensatez, pidamos que sea pequeño, apenas un temblor, pero que ocurra.

un beso

Manu Espada dijo...

No quiero ni pensar lo que harías con un tsunami. ;)

Erinia dijo...

Un terremoto de cuando en cuando va muy bien... sobre todo por la "reconstrucción".
Y a mí me recuerda a algún sitio que he ido, esa fotografía, estoy convencida.

leo dijo...

Frabisa: Qué ternura me has dado, jeje. Un mini terremoto: sería maravilloso. Graciñas, sol.

Manuespada: Jajajaja. Ufffffffff, yo también prefiero no pensarlo
;-) Gracias.

Erinia: Supermami, qué razón tienes con que a veces hay que destruir para poder empezar de cero. La fotografía en el jardín del monasterio de Armenteira, en Pontevedra. Un beso grande para ti y tu bebé.

Sandra Sánchez dijo...

¿Y quién quiere que le bese una piedra?...
;)

Anónimo dijo...

Hermosa: Como no encuentro en tu página un email, te lo digo por aquí: felicidades con todo el corazón, y un beso enorme (y fdo. marías en tu jurado: glup, jejeje).

Amparo dijo...

sólo el alivio del dolor,


me gusta.

Mariluz Arregui dijo...

Leo, acabo de leerlo en el blog de Fernando...
no sabes cuánto me alegro, de corazón.

Está claro que tenía que ser así, aún recuerdo cómo me quedé pegada a tu entrada 'despedida', uf.

Un millón de felicidades, de corazón,
no cambies,
y disfruta!!!!!! muchísimo tu merecido premio.

Un besazo, y disfrútalo!! :)

leo dijo...

Pulga: Pues así pensado... :-) Besotes.

Ana: Mil gracias, hermosa. Otros tantos Besos.

Amparo: Me alegro de que te guste. Es un poco triste, pero me parece cierto. O al menos a mí me pasa. Graciñas.

Mariluz: Eres un sol: muchísimas gracias. Vuestras felicitaciones lo hacen mucho más especial: así es imposible no disfrutarlo. Un beso fuerte.

Raquel dijo...

Sí, si es la causa, aunque sólo sea un temblor, como dice Fabricia, que ocurra.

leo dijo...

Qué valientes sois, Frabi y tú. A mí me dan tanto miedo los terremotos que prefiero no saber qué pasaría.

Daniel Pérez Penagos dijo...

No sé si a ti, pero a mi la verdad es que me basta. Que el amor es incondicional y no se necesita millones de años de adoración para que se note el amor. Algunas veces lo más bello es lo que se desaparece fugazmente, como el destello de una estrella fugaz, o el destello de luz verde fosforecente de una luciernaga.
Saludos.