jueves, 2 de junio de 2011

FILÓSOFO


¿Me perdonas? Creo mis teorías, en todos los sentidos. Primero las saco de mi mente. Luego las estudio. Después las aprendo. Al final me las creo. Te las digo. Las escribo. Te hago reír. Según Platón, alguien me las puso ahí, en la cabeza, hace ya un montón de siglos. La memoria secreta de los genes. Pero él no fue, que lo sé yo. El diablo lo confunda. Prefiero a Demócrito y sus átomos de formas extraordinarias, formas que encajan en tus ojos al mirarme. Bañarme en el río siempre nuevo de tus manos. Prefiero a Aristóteles, ya en el a C. marcando la pauta de la narrativa que se cree posmoderna y gafapasta. Prefiero el dulzor amargo de la cicuta antes que recordar algunos nombres, que contestar llamados desde el fondo de los pozos de la conveniencia, antes que recurrir al sofisma para salvarme.

¿Podrás perdonarme que renunciara a Wittgenstein, a Ortega, para selectividad? ¿Que nunca llegara al final de libro? ¿Podrás perdonarme que mi loca memoria se haya olvidado de críticar la razón pura y esta noche sólo entienda de la mística, la perdición, de la sublime mentira de los besos?


18 comentarios:

Rosa dijo...

Creo sin duda que estas perdonada.
Preciosa entrada, LEO.
Besos desde el aire

añil dijo...

Creo que eso es muy fácil de perdonar.

Un beso

isobel dijo...

jajajaja pero vamos a ver, tu a quien pides perdón?, un besazo

Raquel dijo...

Completamente perdonada. Por esa razón, todo.

Anónimo dijo...

¿Mentira de los besos? Pero si los besos son la belleza

Sandra Sánchez dijo...

Qué entrada más bonita Leo...es siempre un placer para mí, llegar a tu blog y leerte.
;)

Belén dijo...

Como no te perdone, le estiro de los aristóteles...

Besicos

Miguel Pasquau dijo...

Toda la filosofía en un verso.
Toda la filosofía en un beso.
Toda la razón pura devuelta a la caverna, y la caverna clausurada con un sorbo de cicuta. Con un beso.

Cris dijo...

Mejor que creerse las paranoias de un tío que vivió hace mil años, es creerse las propias, está claro! De hecho, Aristóteles es recordado porque tenía fé ciega en sí mismo. Si no, de qué... :P

Besitos!

Amparo dijo...

Tiene que perdonarte, claro, tiene que perdonarte porque la mejor filosofía, la única que sirve es la que uno intuye, olvidando el final de los libros y los grandes documentos, la que uno intuye mientras vive. Con los otros.
Fuera hermetismos.
Saludos, bonito texto.

Maritornes dijo...

Yo me disculpo así constantemente. No espero que te perdonen, sino que te entiendan. Te lo deseo de corazón. Gracias, Leo.

Blau dijo...

Leo leo, tu sigue, que no hay nada que perdonar.

besos de findesemana.

Miguel Baquero dijo...

Cada cosa tiene su tiempo, eso está claro, y hay noches para eso y nada más. No sólo estás perdonada, es que no hay nada que perdonar.

la cocina de frabisa dijo...

Quién podría resistirse a no perdonarte? si es que aunque esté Platón y Ortega por el medio, tu escrito hasta me parece tierno y lo es.

un biquiño, Leo

carmen dijo...

Cómo perdonarte que no terminaras a Wittgenstein, con lo sencillito que es el hombre y su lenguaje.
Pero sí te perdono que te pierdas en la sublime mentira de los besos. Eso sí. Mi romántica amiga.

leo dijo...

Rosa, Añil, Isabel, Raquel, Oulga, Belén, Miguel de Esponera, Cris, Amparo, Maritornes, Blau, Miguel Baquero, Isa, Carmen: Gracias por venir.
:-))

Elvira dijo...

Prefiero la buena poesía a la razón pura. Mil veces. Besos

Ana Vázquez dijo...

Me he quedado prendada del último párrafo. He de irme ya. Mierda.