miércoles, 13 de julio de 2011

LLEGA UN MOMENTO


Llega un momento en que hay que aceptar las encrucijadas. Y dejar la obstinación de lo no logrado para otras reencarnaciones, por si acaso. Es decir, tomar una de las bifurcaciones. Y mejor hacerlo andando. Porque llega un momento en que hay que apearse del burro antes de que este se canse y nos apee por la orejas. Decir que no, y tal vez, salir corriendo. Y el burro que haga lo que quiera.

Llega un momento en que uno repara en que esa cosa informe, inestable, solitaria o no, bacheada a tramos, suave y lisa y amorosa a veces; esa cosa informe en la que, decía, el día menos pensado uno repara en que es su vida.

Eso que se puede dividir en días, en instantes, en sueños, en fantasías, en amores, en cursos escolares, en estados mentales, en cafés o en copas. En besos dados o no dados, en perdones, en portazos, en renuncias pacíficas. En carreteras secundarias, autopistas, autovías, caminos de cabras, caminos de baldosas amarillas. En sueños cumplidos, en sueños por cumplir. En eclipses presenciados. En novelas.

En cadenas.

Llega un momento en que hay que pagar el peaje y adentrarse en la autopista. Decidirse a quitar las cadenas, a resbalar, quizá a caer por algunos precipicios inventados. Y dejar que el burro vaya donde quiera.

18 comentarios:

Miguel Pasquau dijo...

Y burros, y caballos, y carros, y coches, y desde luego trenes; y la vida adulta consiste en subir y bajar muchas veces, sin acabar de hacerlo nunca del todo.

Y eclipses, es verdad. Porque la luna es un resto de día en la noche, y el eclipse de sol es un empeño de la noche por saludar en pleno día.

Rosa dijo...

Y unas veces andando, otras corriendo y otras a tropezones las más, vas haciendo tu senda y el burro, ve tú a saber lo que hará.

Saludos desde el aire

Elvira dijo...

¡Mucha suerte en el trayecto!!! Besos

Blau dijo...

Leo leooo, si solo fuera que llega un momento, la vida sería coser y cantar. Dentro de todos los momentos que tienen que llegar, que harás en verano????

Besos

Raquel dijo...

Sabias tus palabras. Creo que entender ese tipo de decisiones no es fácil.
Un abrazo

ESPERANZA dijo...

¿por qué me resultará tan familiar todo lo que cuentas en este post? A veces el peaje es tan caro que no tienes suficientes reservas para pagarlo.

Muy bien contado, te felicito.

Un abrazo,

isobel dijo...

voy a meditarlo un poquito... =0)

Nel Morán dijo...

Llega un momento que quizás el burro vigila cada paso que damos y lo apunta en el libro de su amo, de nuestro amo.

Blogsaludos

Belén dijo...

Llega un momento en el que te haces mayor, sin más...

Besicos

La Rata Paleolítica dijo...

Pues yo hoy estoy de sentarme en la mecedora, y ver al burro corretear por el campo según le plazca y las encrucijadas pasar.
Besos.

Jesús.

La Rata Paleolítica dijo...

Si alguien me prestara la mecedora... ;o)
Besos.

Jesús.

Miguel Baquero dijo...

De todas maneras, fogoso o manso, la vida es un caballo difícil de llevar por donde tú quieres y hacerle trotar cuando a ti te gustaría. Pero es verdad que una carrera al galope de vez en cuando siente muy bien para despejarse

RosaMaría dijo...

Pues está todo en la bolsa, una vez sacas una cosa buena, otra te llevas sorpresas desagradables. Es el tren de la vida que para donde quiere y tu a apearte y vivir el momento como mejor puedas. Besos.

Sandra Sánchez dijo...

Qué placer leerte Leo.
Toma la autopista que quieras, sea cual sea vas por buen camino (seguro).
;)

leo dijo...

Pulga: ¡¡¡Gracias!!! :-))

Rosa María: Gracias por pasarte por aquí: te echaba de menos. Besos.

Miguel Baquero: Gracias. la vida resulta ser un caballo bastante incontrolable, ¿no? espero que no se moleste por haberle llamado burro (a la vida, digo). :-))

Jesús: Yo tampoco tengo mecedora ahora. Hubo un tiempo en que tuve jardín y mecedora y recuerdo unas tardes maravillosas de lectura con el ruido del viento en las ramas. Ahora voy en burro ;-) Besossssss.

Belén: Y tanto. Y cada vez más. Besissssss.

Adivín Serafín: Bienvenido. Me ha dado un poco de miedo ese burro secretario de un amo que... ¿un amo? :-)) Un saludo.

Isita: Bueno, no lo medites mucho, que es veranito y se está mejor en la piscinaaaaaa sin pensar en ná. Besis.

Esperanza: ¡Gracias! Qué razón tienes con eso de que los peajes son caros, e inevitables, ¿verdad? pero seguimos vivos. Un beso.

Raquel: Ni entenderlas, ni tomarlas. ¿Ya en España? Un besote.

Blaucita: Ufff, tengo un verano raro, raro, raro. hablaremos. Besisssss.

Elvira: Mil gracias. Ya os iré contando. Un besote.

Rosa: Jeje, el burro es libre. :-)) Un beso.

Miguel de Esponera: Me ha gustado mucho tu comentario. También me gustan los eclipses. :-)

Ferris dijo...

Ya sé que no son horas de incluir comentarios, pero... esta fue una de las pequeñas encrucijadas que me resistí a afrontar, allá por julio. Y sé que me llamaba.
He pensado en burros de los que sé que debo bajarme, y encrucijadas a las que debo enfrentarme. Porque, en realidad, no escoger una de las bifurcaciones es una elección también. Pospones, o esperas que uno de los caminos se cierre, o se abra. Y lo cierto es que la vida va pasando...

leo dijo...

Ferris, y tanto que la vida se pasa... ¿A qué esperas? A veces lo mejor para el burro también es que lo liberemos. No solemos hacer un buen papel cuando aguantamos por dudas, por culpa o por miedo. Qué duro, decidir, ¿verdad? Un beso.

añil dijo...

Este, me lo quedo. No se puede decir más con menos.

Un beso