jueves, 7 de junio de 2007

COMO GATOS

La vida es experta en crear bifurcaciones. Está masterizada (y remasterizada) en ello. El caso es no estar tranquilo. De repente, se abren puertas, y como ya había alguna que otra ventana abierta, hay corriente. Se vuelan los papeles, las paredes se quedan frías, expectantes. Te miran con la ceja levantada.
Puede incluso que se escape el gato. Sobre todo si no estamos atentos. Qué manía la de los gatos de caer en la tentación de las puertas abiertas. Qué manía la de los humanos de temerles tanto a éstas. Por qué no aprenderemos de ellos, y, con andar elástico, nos deslizaremos hacia lo nuevo... Con precaución, sí, pero sin miedo. Con las orejas en posición de rastreo y ese rictus que tienen los felinos, que a mí se me antoja una sonrisa.

8 comentarios:

Sandra Sánchez dijo...

Yo creo que lo que pasa es que la mayoría de la veces esa corriente de la que hablas nos arrastra sin remisión hacia el otro lado de la puerta abierta,quizás no entramos por voluntad propia pero acabamos entrando..es la vida que empuja...sí, quizás deberíamos entrar con la cabeza más alta, con precaución pero si miedo(como dices) pero es que creo que preferimos la seguridad de la habitación revuelta (por la corriente)que ya "controlamos" a ese lugar desconocido que nos espera...hace mucho que se inventó lo de "más vale lo malo conocido..."
Saludos.

Anónimo dijo...

Venga...., vale.... está bien!!! Haremos un poquito de catwoman... Pero es que de verdad, a mí lo del cuero ñegro tan ceñido..., ¿puedo elegirlo verde o azul?
Besos

Anónimo dijo...

DI QUE SI, que mientras puedas, hay que VIVIR, disfrutar, aprender, CURIOSEAR y entrar en las puertas que se nos vayan abriendo...mira a ver que tal es el jardin que hay dentro, y luego nos lo cuentas.

Anónimo dijo...

Muchas gracias a todas, chicas. Habrá que seguir esas vías que se abren, verdad? Aunque solo sea para luego contarlo.
Un besote enorme para cada una.

Azul... dijo...

Bueno, miedito siempre se siente, lo que no hay que permitir es que nos paralice, te lo digo yo que tengo masters, doctorados y Phd's en eso jeje

Un besoooote, Maguísima, nadie como tú para tarducir lo que las torpes como yo, no sabríamos decir tan bien ni en siglos!

Anónimo dijo...

El Mistral no para de abrir a golpetazos puertas y ventanas. Y la verdad es que ayuda; a mi me ha abierto una que hace tiempo tenia cerrada.
Vente..., aunque solo sea por poder tocarte a la puerta mas de vez en cuando. Quien sabe? Quizas a ti, el Mistral tambien te abra algo... (aunque sea la cabeza con una ventana que haya arrancado por el camino, jajaja)
Besitos Leo, sabes lo que te digo? que magnana me voy a la playa :p

Anónimo dijo...

Hoola Leo. Mi humilde opinión es que no existiesen ráfagas de corriente, muchas veces permaneceríamos en jornada de puertas cerradas. Y digo yo: eso no es lo que se espera de la vida.
Como tú bien dices, con precaución y no con miedo se puede seguir descubriendo que estamos aquí para algo más que dejar los días pasar.
Un besazo, Guapa.

Anónimo dijo...

Muchas gracias a todos:
Azul: Ay, el miedo... Inevitable, ¿verdad? Y que no te vuelva a oír eso de torpe, ¿eh? Un besote gigante.
Irakundo: ¿Sopla el Mistral por esos lares? Aún no puedo tomar la decisión, pero entretanto me muero d envidia al pensarte en la playita. Besossss
Ara: Pues sí: benditas ráfagas que nos sacan de la inacción, aunque sea a la fuerza. Prontito por aquí, ¿no? Besotes.