jueves, 23 de agosto de 2007

AL QUE VIAJA DENTRO


Con esa timidez impropia de los seres sin conciencia de su ser (que nosotros sepamos), la flor, a la que aquí podría querer llamar Ella, se resiste a abandonar su lecho de agua.
Yo ya no me acuerdo, pero tuvo que ser grandioso vivir dentro la madre. Temperatura constante, alimentación precisa y sin esfuerzo. Flotar, sin más, ignorantes de si fuera es de día o es de noche. (Si alguien mantiene vivo en la memoria algo de aquellos días, por favor, le ruego lo comparta, por aquello de que quizá escuchando se aviven los propios recuerdos. Y no es que tenga fe en el psicoanálisis.)
Esa flor, Ella, lleva tiempo pensando y al fin se ha decidido. Asoma sus intentos. Mira a esas hojas, como satélites, y cree tal vez que el mundo es plano. O sencillo. Creo que por eso se aventura.
Puede que el miedo le haga temblar y nosotros, desde la barrera, lo achaquemos a la brisa.
O quizá nos contagie esos temblores.
O la firme decisión de comenzar la verdadera andadura de nuestros días. Ese camino que es el camino. Justo el de cada uno.
Con suerte, sí, la miraremos y una hebra de nuestro ovillo se perderá en la dirección correcta. Esa que nos aboca a empujar con pies y manos nuestras propias paredes para hacernos hueco. Para apartar todos esos pensamientos que nos mantienen tal vez salvos, pero nunca sanos.
Con suerte, sí, abriremos el capullo y empezaremos a parecernos a Ella. O a Él. Al que viaja dentro.


Pd.- Y con más suerte algunos/as saltaremos de nosotros/as mismos/as y dejaremos de ser unos/as capullos/as. O, al menos, dejaremos de parecer que lo somos, que ya es algo. Y perdón por el chiste fácil.

13 comentarios:

Blau dijo...

Leo Leoooo, donde andabas? bienvenida! Yo, he salido hace dos años :oP ya deje de ser capullita jajaja risa infinita jajaja

Besos

Anónimo dijo...

Leo,

Me gusta la comparación entre la flor y nosotros mismos. Yo sí recuerdo momentos de no distinguir noche y día pero creo que tiene más que ver con la ingesta de alcohol que con estar en el vientre de mi madre.

Espero que la flor encuentre pronto compañer@para que no se aburra entre tanta hoja plana.

Besos,

Anónimo dijo...

Blau: Gracias. Me alegro de que hayas dejado de ser capullita. Yo he de reconocer que a veces no puedo evitarlo...
Besotes, hermoooosa.

Anónimo: Jajajajajaja. A pesar del alcohólico comienzo del comentario, al final has dejado claro que eres un romántico. Seguro que la flor se alegra de tus buenos deseos; deseos que yo, por supuesto, también comparto. ¿Crees que con el photoshop podría darle ese compañero/a? Graciñas y besos.

Anónimo dijo...

Con el photoshop puedes darle todos los compañeros que quieras, pero sólo en la foto. En la vida real hay que currárselo bastante más, ¿no crees?

Anónimo dijo...

Sangre, sudor, lágrimas e infinita paciencia, Anónimo.
Igual las hojas planas no están tan mal, algo así como los hombres de Balay. Hummmm...

Pinkerton dijo...

Excelente blog, por la presente te comunicamos que hemos puesto un link a tu blog desde nuestro humilde espacio.

Atentamente, tus amigos los Pinkerton.

Anónimo dijo...

Sres Pinkerton: Muchas gracias por el enlace.
Lo que la red ha unido, que no lo separe el hombre (o la mujer).
Saludos.

Anónimo dijo...

Entre las muchas sensaciones que transmites con tus reflexiones hay innumerables y bellos relatos cortos.
¿Te has pensado lo de publicar alguno de ellos en el sitio que comentamos?
Aclaración: No llevo comisión alguna por conseguir narradores para la web, ¡que conste!
Saludos.

Anónimo dijo...

Muchas gracias, Antonio. Me animas mucho con tus comentarios.
A ver si termino lo que tengo entre manos y les mando algo.
Saludos.

Janet Guerra dijo...

Comparto totalmente tu visión. Incluso los seres con ratas vibratorias más bajas contienen inteligencia universal. No por simples son bobos, esta soberbia nuestra es la que nos mantiene en la ignorancia. Basta con ser, con estar... De eso nos hemos olvidado, pero hubo un momento en el que también fuimos flor.
un beso,
janet

Anónimo dijo...

Muchas gracias, Janet. Ya está aquí septiembre: a ver si no te hacen esperar con las buenas noticias.
Un beso.

Raquel dijo...

Un encanto leer esta entrada tuya.
Un besote
raquel

Anónimo dijo...

Gracias por la visita, Raquel.
Un beso.