lunes, 10 de noviembre de 2008

EMPEÑOS

De todas las maneras posibles de mirar el mundo tuvo que escogerme la manera prospectiva, con su afán de minerías intangibles, de (absurda) arqueología emocional.
Es complicado emocionarse en el metro al mirar la cara de satisfacción de alguien al comerse una chocolatina. O con la alegría de una madre joven que juega en el parque con su niño con síndrome de Down. O con los pequeños fracasos cotidianos que los demás te cuentan casi de modo casual...
Qué pesadita, sí: empeñada en mirar todo como si tuviera la visión de superman, e incluso llegar a creerme que la tengo, reflexionar, sacar mis conclusiones y, encima, tratar de compartirlas. Qué pesadita, hija, seguro que piensa quien me sufre. Más me sufro yo, ¿y qué quieres?, me pregunto a veces. Un poco de calma. Respirar hondo y dejar entrar el aire. O no tan hondo, y que pase el oxígeno sólo lo justo y necesario para poder sostener mis funciones vitales. Y no preocuparme más. Ni darle más vueltas. Ni querer comunicarme. Ni subirme a las sillas para tratar de entender ciertos misterios. Que para algo son eso: misterios. Un poquito de respeto, por favor.

20 comentarios:

Anónimo dijo...

Qué alegría! Sentirse comprendida en un sentimiento "tan absurdo"!
Alguna vez he sentido incluso ganas de llorar al emocionarme con alguna de esas escenas cotidianas que relatas...
Si, no te sientas sola: a algunos nos pasan cosas parecidas. Pero piensa que eso nos hace sentirnos más vivos.
Un abrazo, sis.

Anónimo dijo...

leo, quizá no se trate de coger más o menos aire, sino de maravillarte con lo que has hecho con él, y pensar en lo que te gustaría poder coger un poquito más de aire en la próxima bocanada para, por ejemplo, hacer una cenita... sino hay nada a mayor plazo.

Anónimo, ya sabes, el perro despistado ése.

Sandra Sánchez dijo...

Pues a mé me parece una manera muy buena de mirar el mundo, emocionarse con sus pequeñeces!!! ya está bien de que todo tenga que ser estrellato Hollywoodiense...mi momentos más felices suelen ser casi siempre los más pequeños...
;)

Mariano Zurdo dijo...

No somos pocos los que nos emocionamos con esas cosas, pero hay menos que lo reconozcan.
Sigue con tus empeños, porque luchar contra ellos será todavía más costoso.
Besitos/azos.

Belén dijo...

Peroque le vamos a hacer si tu ves belleza en las cosas mas nimias!

Yo me he llegado a emocionar con un chico que le cedio el asiento a un abuelo, imagina...

Besicos

Blau dijo...

Leo leooo, ultimamente me emociono con todo, tengo el sensible subido por las nubes, es más, precioso post, hala.

Un besote

Elvira dijo...

Hola Leo: Me gusta lo que has escrito y me identifico contigo. Besos y no cambies!!

Raquel dijo...

Es especial la capacidad para emocionarse con cosas así. Todo vale, con tal de que no te preocupes demasiado y puedas dejar pasar las cosas y aligerar un poco el equipaje.
Besotes

Anónimo dijo...

Creo que es una virtud. Apreciar el movimiento de la vida, aunque a veces el peso de tanta observación y empatía resulte insoportable.

Saludos

Paco dijo...

es inevitable... somos personas de mentes inquietas.

saludos

leo dijo...

Sísifo: Me alegro de que te alegres. Es verdad que anima saber que hay gente que le pasan cosas parecidas. Cómo somosssss. Un abrazo grande y garciñas por venir.

Anónimo perro despistado: Jejejejeje. Cuando quierasssss. Besoss.

Pulga: Qué sería de nosotros sin esas pequeñas cosas, ¿verdad? Cuánto daño ha hecho Hollywood :) Besos.

Mariano: Seré tonta, pero me consuela que sea mal de muchos. Por aquello de normalizar. Besotes.

Belén: ¡Es que es para emocionarse! Eso es algo que cada vez pasa menos. Seguro que a ti también te pasa que la que cedes el sitio normalmente eres tú, y luego entra un/a viejunillo/a, o una embarazada y no se levanta ni el Tato: ahí sí que entran ganas de llorar. Y de ponerte a dar voces. Vayaaaaaaaa

Blau: Bienvenida al club, Blaucita, querida. Cómosssstamosss. Mil besos.

Elvira: Bienvenida. Me alegro mucho de que te haya gustado. Graciñas por venir y un abrazo.

Raquel: Pues esa es la cuestión: que a veces las imágenes se acumulan en la retina y aparecen en cualquier momento, te traicionan. Y una se queda con una falsa impresión de fragilidad que... Besos.

Amparo: Y créeme que lo es, a veces. Gracias por venir.

Paco: Mentes, ojos, dedos, y, en tu caso, cámara inquieta también. Gracias.

Izel dijo...

Yo creo que si se mira con atención no es tan dificil emocionarse con esas cosas...

Anónimo dijo...

Yo te entiendo. A mí también me pasa pero supongo que es preferible sentir la vida así que pasar por la vida sin darte cuenta de nada...
¿no es eso la sensibilidad?
Un beso.

Elvira dijo...

He enlazado tu página con la mía. Un beso.

Josefa dijo...

A mi tambien me pasa y me ha pasado. Con la diferencia que yo no sé describirlo como lo haces tú.
Observando a la gente tambien se aprende.
Un beso con cariño.

Ana Vázquez dijo...

Reflexionar suele ser muy cansado, tampoco hay que hacerlo de cada cosa que nos rodea, pero de todo se aprende algo.

Besitos!

leo dijo...

Izel: Eso creo que yo también. Y voy más allá: para mí es lo normal. Pero luego no lo es, en realidad. Besis.

Cuqui: Pues creo que sí. Yo cada vez pienso más que es mejor endurecerse, que la vida es más fácil con una piel más gruesa. No sé... Un beso.

Elvira: Muchísimas gracias por el enlace. Yo también te he enlazado. Enlazadas quedamos, pues. Un beso.

Josefa: No te hace falta describirlo: te sale por los poros la ternura. Gracias y un beso grande.

Alu: Ufff, querida, no me puedo imaginar si, además, hubiera que pararse a reflexionarlo todo. ¡¡¡Agotador!!! Un besote enorme.

Azul... dijo...

No te sientas sola, Maga bella, que somos muchos los que vivimos encaramados a sillas similares...

Te mando un besoooote enoooorme!!!

leo dijo...

Muchas gracias, Azul, guapi. Te mando otro beso.

Lispector dijo...

Sé de lo que se trata, se sabe que es la inmensa felicidad, pero también su contraria,la tristeza. Yo a veces prefiriría sentir menos, de verdad, espero que si hay otra vida, en la próxima me regulen mejor "los volúmenes" e intensidades. Un beso.