lunes, 3 de noviembre de 2008

SI EL ESPEJO HABLARA




¿Qué pasaría si al espejito mágico se le soltara la lengua y nos dijera la verdad?


¿Nos reconoceríamos también en nuestros defectos? ¿Tendríamos las virtudes que creemos tener?


¿Soportaríamos que nos dijera la verdad, toda la verdad, nada más que la verdad, que no la suavizara con alguna mentira piadosa, con alguna dulce omisión?


¿Nos dolería más por la conciencia de nuestra propia imperfección o por saber la crudeza con la que nos ven los demás?


O lo que es lo mismo, ¿sería más duro, entonces, nuestro juicio "hacia dentro", o nuestra expectativa del juicio externo, del que los demás hicieran de nosotros? ¿Quién sería más benévolo?


¿Qué sería mejor, saber la verdad o permanecer en la ingenua creencia de una realidad mermada por la nula perspectiva?

22 comentarios:

Belén dijo...

Y yo iría mas lejos... además de decirnos la verdad, nos dijera lo bueno y lo malo, resistiríamos a lo bueno? lo digo por todas esas personas que van de víctimas por la vida :)

Besicos

Izel dijo...

Ufff creo que mi espejo ya dice mucha parte de la verdad jajaja...

Desde luego yo preferiria la verdad... que no hay cosa peor que vivir engañado... otra cosa es que me lo tomara con deportividad... que siempre hay verdadess que halagan y otras que duelen...

Blau dijo...

Leo leoooo, si mi espejo me hablara, puedo asegurarte que yo quedaría muda del susto jajaja risas infinitas jajaja

Un beso

Sandra Sánchez dijo...

Pues yo creo que en realidad todos sabemos ya lo que nuestro espejo nos diría...otra cosa es que queramos escucharlo...
Pero bueno de vez en cuando no está mal coger uno bueno de aumento y mirarnos las imperfecciones.
;)

Azul... dijo...

Yo solo se que es siempre preferible ser gentil consigo mismo, pero como dice Don Mario (Benedetti), es mejor cantarse las verdades que llorarse las mentiras...

No te tengo abandonada, Maga, confieso que te he leído cada vez que has publicado y no he tenido palabras, pero no por ti, siempre tan profunta y certera, sino por mi, que he estado algo catatónica...

Te quiero mucho, espero que lo sepas :)

Mil besotes!

Anónimo dijo...

El intríngulis de los espejos es que su verdadero discurso se encuentra al otro lado, justamente el que nunca vemos. Es como el cielo, ¿recuerdas aquello que decía Monterroso? "Lo malo de estar en el cielo es que el cielo no se ve"...
Besos.

RosaMaría dijo...

El espejo es fiel cuando nos mira a los ojos. Él nos dice lo que hay con la mirada, solo que no lo escuchamos porque gracias a Dios es mudo.
Un abrazote.

dintel dijo...

¿Qué es la verdad? ¿Es mi verdad o tú verdad lo es? ;)

la cocina de frabisa dijo...

Concuerdo con dintel, no hay verdades absolutas, siempre son medias verdades, la nuestra.

También creo que no somos ni buenos ni malos a tiempo completo, tenemos nuestros momentos. Por tanto, nunca seriamos juzgados con certeza, salvo si el juicio se refiriese a un acto concreto.

un beso, guapa

leo dijo...

Belén: Y seguiríamos preguntando... A veces lo bueno puede ser lo peor, ¿verdad? Un beso.

Izel: Jajajaja, siempre me haces reír. La verdad suele doler, sí. Besos.

Blau: Y yo, jajaja. Espero no haber despertado a la bestia. Besos.

Pulga: Yo creo que sí que tenemos alguna sospecha de lo que se cuece de verdad, pero solemos no querer verlo (y seguro que hay cosas que ni nos damos cuenta). Mil besos.

Azul: Lo sé, y yo a ti. Gracias por tu perseverancia. Un montón de besos. Pd.- Genial la frase de Benedetti.

Ana: Pues ya que no nos vamos a enterar, ¿para qué preocuparnos? Monterrosso, breve y genial, como siempre. Graciñas y un besote.

Rosamaría: Sí, sí, menos mal que es mudo. Menudos sustos así, de buena mañana, si nos hablara. Gracias por venir y un abrazo.

Dintel: (Hosanna superstar... Es la letra casi literal, ¿no?) Besos.

Frabisa: Pues yo sí que creo que hay verdades absolutas. Muy pocas, pero sí. La gravitación universal y pocas más... Yo también pienso que, gracias a Dios, no somos del todo buenos ni malos. Graciñas y un beso.

elita dijo...

Buenas preguntas. Si pienso en mi reacción supongo que me quedaría perpleja algunos días, intentando madurar lo que el espejo me haya dicho. Tampoco creo que seamos todo bueno o todo malo, así que acabaría por hacer balanza e intentar aprender a resaltar lo bueno que hay en mí y ¡a reírme de lo malo!

Raquel dijo...

Sería otra interpretación y seguiríamos tratando de movernos en ella como mejor lo sabemos hacer.
Besotes

Raúl dijo...

Alguno acabaría haciendo añicos al sincero espejtio. Sino, al tiempo.

Fernando Alcalá dijo...

JOe, Leo. A estas horas de la mañana, sí que me haces pensar.

Yo creo que llevaría peor reconocer la crudeza con la que me ven los demá. En el fondo, no es tan fácil engañarse a uno mismo, todos somos muy conscientes de nuestros fallos y limitaciones, pero mientras que solo las sepamos nosotros...

leo dijo...

Elita: Es una opción muy inteligente, la risa, ¿verdad? Lo mejor que podemos hacer muchas veces. Y tantas otras, lo único que nos queda. Besos.

Raquel: Siempre en movimiento, sí, como podemosssss. Un abrazo.

Raúl: Qué razón tienes. Seguro que todos tendríamos tentaciones de romper el espejo, pero sólo unos cuantos lo harían. Y ¿sabes qué? que lo mismo se lo merecería, el puñetero espejo...

Fer: Solemos ser compasivos con nosotros mismos, hasta la ceguera. Pero cómo escuece cuando los demás dan señales de que no son ciegos a nuestros fallos, ¿verdad? Eso forma parte de la aceptación de uno mismo: lo inabarcable que es lo que puedan pensar de nosotros. Un reto diario. Vaya tela, qué chapa te estoy soltando. Gracias y besitos.

Anónimo dijo...

Sin ninguna duda: lo mejor es no saber. Y que los otros no sepan.

En los baños de los hoteles ponen esos espejos de aumento, terribles. Inquietantes.


Saludos.

Unknown dijo...

Creo que los espejos existen,por supuesto,pero dan la imagen que nosotros tenemos de nosotros mismos,jamás la que lo demás tienen con respecto a nosotros.Yo hay días que me veo guapetona,y otros en los que me veo horrorosa.Habrá tantos rostros como estados anímicos no habiten.

Ana Vázquez dijo...

Creo que si el espejo hablara nos daríamos de lleno con la dura realidad, eso estaría muy bien por un lado para no permanecer engañados y malo, por otra parte porque hay ocasiones en las que no queremos saber nada de la verdad porque nos parece muy dura.

Un besito! Buen post!

Lispector dijo...

Creo que ya tenemos un espejo delante de nosotros que nos habla constantemente y sin reparos: los demás;con su actitudes, palabras o comunicación no verbal. Yo diría por los comentarios y los gestos de cariño que recibes en el blog, que la imagen que te devuelve tu espejo es estupenda. Un beso Leo, y que sigas tan bella.

Lispector dijo...

Creo que ya tenemos un espejo delante de nosotros que nos habla constantemente y sin reparos: los demás;con su actitudes, palabras o comunicación no verbal. Yo diría por los comentarios y los gestos de cariño que recibes en el blog, que la imagen que te devuelve tu espejo es estupenda. Un beso Leo, y que sigas tan bella.

Anónimo dijo...

Hola Leo, aqui estoy y pa que veas que te leo...
de lo del espejo...pues la verdad es que yo ya tengo un espejo (mejor, dos) que me dicen la verdad todos los días, en lo que dicen y sobretodo en lo que hacen: son mis dos niños. Mayor espejo no podria encontrar...y sabes que? muchas veces está bien verse, pero otras te das cuenta de cuáántotienes que cambiar.
Los defectos y las virtudes se transmiten muy facilmente a los hijos...

leo dijo...

Amparo: Los espejos de aumento... instrumentos del demonio. No estoy de acuerdo con que lo mejor sea no saber, pero sí con que los demás no sepan ;). Un abrazo.

Orleans: ...Y como horas de sueño llevemos en el cuerpo. Graciñas por venir y un besote.

Alu: Generalmente saber la verdad duele. Para bien o para mal. Pero como decía Jaimita, la madre de Zipi y Zape: "La verdad ni daña ni ofende". Un besote de lunes, guapa.

Lispector: Yo también creo que la actitud de los demás hacia nosotros es, a veces, un reflejo de nuestras actitudes. Muchas gracias por tus amables palabras. Un abrazo grande.

Anónimo: Pero no se puede ser perfecto... Me imagino lo doloroso que debe ser para uno mismo tener esos espejitos, a veces y saberse limitado en muchas cosas. Preciosos espejitos, por cierto. Un besote.