miércoles, 9 de diciembre de 2009

NIEBLA. NARANJAS. MITADES.

Todo esto ha salido después del puente neblinoso y de leer a Isobel.


Somos naranjas completas. Alguien nos engañó, se inventó esa niebla para que no pudiéramos vernos en la distancia. Así nos pasamos la vida forzando la vista, esperando que se recorte esa media silueta entre la niebla y que sus pasos la conduzcan directa hacia nosotros. A veces la dejamos pasar porque la vemos entera y creemos que los ojos nos engañan. O que tiene algo de malo.
Pero si nos mantenemos, podremos comprobar que el abrigo que parecía negro era gris, en realidad. Que los ojos que parecían negros son siempre de un color indefinible que cambia según venga la luz. O la tiniebla. O el paso del tiempo. Podremos demorarnos incluso el resto de la vida en palpar cada centímetro de piel hasta notar que no falta parte alguna. Conocerse. Que no debe faltar mitad ninguna. Y podremos bajar las defensas para que él también pueda explorar y descubrir que una es entera, redonda, que no le falta ningún gajo, ninguna mitad, aunque duela un poco el orgullo. Y viceversa.
Que solos seguimos rodando calle abajo. Y, si nos impulsan un poquito, también solos, calle arriba, hasta coronar nuestras humildes cumbres.
Que lo más que puede hacerse, entonces, es intercambiar algún gajo; abrazarse con cuidado para que no se rompan las membranas. Que luego se derrama el zumo, y se evapora, y forma una niebla ácida que hace llorar los ojos. Y no vemos nada de nada. Y acabamos comprando mitades que no existen y que, por tanto, jamás podrán satisfacernos.

25 comentarios:

Elvira dijo...

Totalmente de acuerdo, Leo. Muy bien dicho. Una amiga mía se compró un cuadro en el que salían dos naranjas porque le gustaba la idea de dos naranjas enteras, y juntas. Nada de mitades.

Un beso

La Rata Paleolítica dijo...

El apasionante mundo de las relaciones humanas, visto desde tu extraordinaria sensibilidad, da lugar a cosas como esta.
No permitas que nadie te la hiera, que nadie te la quite. Gruñe si hace falta.
Y como bien dices, ni manzanas al peral, ni alubias al limonero... algo así era, no?
Un cariñoso abrazo.

Jesús.

Pilar en Córdoba dijo...

nada de mitades "complementables"¡¡¡
olé esta Leo¡¡¡
enteritos nacemos y morimos...
aunque por el camino sí que necesitemos algún que otro sumplemento, un apoyo para crecer, alguna que otra referencia para vivir, y algún que otro gajo para reproducirnos, jajaja.

es la ley natural, yo no digo nada¡¡¡

me ha gustado mucho, como siempre.

especialmente : "Que solos seguimos rodando calle abajo. Y, si nos impulsan un poquito, también solos, calle arriba, hasta coronar nuestras humildes cumbres".

convertible en poema¡¡¡

besos

Raquel dijo...

Somos naranjas completas. Yo también lo creo. La otra naranja llega no para completar y complementar sino para creara algo diferente. Pero tú lo cuentas preciosísimo así que mejor me callo y te escucho.

la cocina de frabisa dijo...

Lo de la mitad de la naranja puede sonar muy bien, muy romántico pero es una soberana tontería.

Yo siempre pensé en que era una naranja entera pero con el correr de los años cada vez me afiancé más en la idea hasta llegar al convencimiento completo.

No debemos de buscar en otro lo que no somos, antes al contrario cultivar esas formas de ser que nos atraen y hacerlas nuestras.

un beso

Fernando Alcalá dijo...

Quizá me he vuelto un poco escéptico con esto del amor, pero no puedo estar más de acuerdo. Al final, siempre estamos solos, somos un ente en nosotros mismos y es importante comprenderlo para hacer que una historia (de amor, se entiende) funcione. No creo en el amor romántico ese que nos venden ahora.

isobel dijo...

Esta es otra niebla, en la mía, siempre tengo la sensación de que van a saltar de un momento a otros seres llenos de colores, como pequeños duendes o hadas; y respecto a las medionaranjas, no creo mucho en ellas, pero si me gusta creer en las almas gemelas (porque son mas)y porque no son nuestras

isobel dijo...

toc toc, ay madre que no me di cuenta del pie de foto, ya no me acuerdo de lo que te dije, pero yo tampoco creo en las medias naranjas, pero si en las personas con las que puedes compartir y hay una afinidad especial, sin necesidad de amor entre comillas.

añil dijo...

Ese empeño en completarnos, en rehacernos, en reinventarnos cuando ya somos todo eso y más.
Me encanta tu entrada de hoy, bueno, todas me gustan, aprendo mucho cuando te visito. Gracias.

Un beso

arandanilla dijo...

Preciosa reflexión, amiga. Enhorabuena...me recuerda a la canción de García, "cítricos amantes", aunque algo distinta...felices fiestas que están por venir, y feliz tú, espero. Besos...

Raúl dijo...

Yo pienso de forma similar. Para ser media naranaj, antes se ha de ser naranja completa.

leo dijo...

Elvira: Nada de mitades. Y si hay alguien es para hacernos más redondos y más completos, no para partirnos en pedazos. Besos.

Jesús: Gruñir, gruño. Espero que nadie me endurezca tanto como para quitármela. Gracias al cielo, no soy la única sensible: mil gracias. Y un beso grande.

Pilar: Gracias. Eres un sol. Nunca mitades de nada ni de nadie, aunque siempre necesitemos el amor y el apoyo de los que nos quieren Besotes.

Raquel: Crear algo diferente, sí: de eso se trata. Gracias, Raquel. Besos.

Frabisa: Me gusta muchísimo esa forma de expresarte tan gallega que tienes, ¿te lo había comentado? Además, suelo estar muy de acuerdo con lo que dices. Graciñas, sol.

Fer: Yo tampoco creo en el amor romántico con PVP. Ni en medias naranjas. Ni en esclavitudes. Besotes.

Isobel: Yo creo que las almas gemelas van más allá, son otra cosa distinta de las medias naranjas, menos relacionada con el amor de pareja, no sé... Sólo es que tu estupenda entrada me hizo venir a la cabeza un montón de pensamientos y, bueno, pues acabaron por salir en esta entrada. Graciñas y un besote.

Daniel Pérez Penagos dijo...

Correcto Leo: Si no nos aferramos a nuestras raíces éstas se rompen y caemos en aquel abismo de dolor y sufrimiento, y como bien dices en lo insatisfecho. Como diría Rubén Dario en Lo Fatal.
Buenas letras!

Belén dijo...

Yo también pienso que no somos complementarios, si no que encontramos (o no) un compañero de vida...

Besicos

Elena Casero dijo...

Unos cuantos pensamos igual: Si tú no estás completo ... mala cosa.
La soledad la encontraremos camino arriba, camino abajo.

Lo has descrito muy bien, Leo

Cris dijo...

Yo también creo que cada uno de nosotros somos enteros, y me encanta leer esa idea, mucho más optimista que la de las mitades que implican dependencia...

Besos.

Amparo dijo...

Además, para qué queremos una mitad que no concuerde el diámetro de nuestra mitad, que suele ser lo que ocurre.
Rodando calle abajo, eso.
Saludos

Filoabpuerto dijo...

Uy... qué bonito ! Pero que rico que sabe un buen zumo de naranja bebido a medias por dos individuos completos, jeje ¿no te parece?

Besos

Merce

la cocina de frabisa dijo...

Hola, Leo

Paso rapidito para para desearte Felices Fiestas, voy a andar algo liadilla estas próximas semanas.

Un besazo

la cocina de frabisa dijo...

Hola, Leo

Paso rapidito para para desearte Felices Fiestas, voy a andar algo liadilla estas próximas semanas.

Un besazo

(a mí también me gusta mucho como piensas y más como lo expresas)

Josefa dijo...

Hola. A mi me enseñaron a pensar en mi media naranja. No me dijeron que siempre fuera una naranja entera. Ahora que ya soy mayor pienso de otra manera.
Un beso.

leo dijo...

Añil: Eres un sol. Uno repite lo que más necesidad tiene de aprender, eso creo. Aprendemos juntas, pues. UN beso grande.

Arandanilla: MIl gracias. ESpero que tú también tengas unas navidades llenas de felicidad. Besotes.

Raúl: Sí, vayamos por partes ;-) Un abrazo.

Daniel: Bienvenido. Gracias por tus amables palabras. Un saludo.

Belén: Un compañero... Eso implica compartir... Perdón por el escepticismo: Quiero creer. Besos.

Elèna: La soledad, siempre. Medios o enteros. Pero más si medios. Gracias y un beso grande.

Cris: Ése es el quid de la cuestión: que las mitades implican dependencia, no poder ser sin. Cuántos males surgen de ese concepto que a muchas mujeres nos han inculcado. Graciñas y un beso.

Amparo: rodemos poéticamente calle arriba.

Merce: Gracias por el humor, reina. Sí, ese zumo de naranja a medias, un domingo por la mañana, con el sol entrando por las rendijas, entre las sábanas...
Besos.

Frabisa: Gracias, guapa. Felices fiestas para ti y para los tuyos también. Te deseo lo mejor. UN beso grande.

Josefa: Gracias por tu comentario tan sincero. Fíjate que a mí me ha pasado igual. YO también voy pensando diferente. UN beso grande.

Manu Espada dijo...

Hace mucho escuché esto que transmites, que no somos medias naranjas en busca de otra media naranja, que en realidad somos naranjas enteras. Buena reflexión.

Azul... dijo...

Y es que uno no es la mitad de dos. Son dos las mitades de uno...

Mil besotes más :)

leo dijo...

Manu: Gracias por la visita. Un saludín.

Azul: Me ha gustado mucho esto que me dices. Me lo quedo. Mil besos.