sábado, 7 de marzo de 2009

LAS MANOS LIMPIAS Y LOS PIES DESCALZOS

Te invito a sentarte en el suelo
de mi justo centro descentrado.
No puedo ofrecerte grandes lujos,
sólo calidez, palabras, un montón de dudas,
la transparencia, la imperfección y la mirada.
la verdad mentida
lo aparente sencillo
algún que otro millar de besos
inoportunos.
la risa, la nostalgia.
Y las elipsis necesarias
para no caernos en la rutina.

8 comentarios:

Josefa dijo...

Además de buena escritora tambien poeta. Te lo he dicho varias veces,
y persisto me ecanta leerte.
Un abrazo.

Sir John More dijo...

Insuperable la propuesta.

Elvira dijo...

Y lo que ofreces no es poco, no. Besos

Amparo dijo...

Me gusta las elipsis necesarias /para no caernos en la rutina.
Sólo la memoria, y después de mucho tiempo, sabe hacerlas.

Saludos

Belén dijo...

Yo no sería capaz de superar la apuesta...

besicos

Blau dijo...

Leo leoooo, acepto la invitación! nos vemos en el descentro.
Besos domingueros

dintel dijo...

Siempre he buscado los dos últimos versos.

leo dijo...

Josefa: Muchas gracias. Me sacas los colores. Un abrazo grande.

Sir John: Qué bien verte por aquí. Un beso.

Elvira: Quien ofrece lo que tiene no puede dar más, ¿no? Un abrazo.

Amparo: Qué cierto. La memoria, o el olvido.

Belén: Bueno, a todo hay quien gane ;) Un besote.

Blau: Jejeje, descentradas, sí. Dónde nos vamos a ver. Besissss.

Dintel: Y yo, maja. Y vaya tela, ¿verdad?