lunes, 12 de octubre de 2009

POSTOPERATORIO

A mí las bombas me estallan en silencio. Por fuera quedo intacta, pero la onda expansiva revienta todas las ventanas desde dentro. El corazón vuelve a romperse en todos sus pedazos. Camino y voy dejando un triste rastro de cristales por los corredores. Caen de debajo de la camiseta, desde la pernera de los pantalones, de la punta de los dedos. Lágrimas que cristalizan. Qué apuro. Y qué cansino. Otra vez recogedor en mano.
Al final junto más trozos de los que tenía, y me sale un corazón hipertrofiado, mucho mayor que el de antes. Y necesito pedir ayuda para las cirugías: que si ahora no entra en el pecho. Que sí, que sí que entra: venga, tú, separa las costillas, que yo lo empujo. Y ahora siéntate encima, mientras yo trato de cerrar la cremallera.
Durante el postoperatorio, aprieta el pecho y da un poco de miedo. Pero luego da de sí. Lo mismo que las horas. Al final incluso deja de oler a pegamento. Y se licuan las lágrimas. Y regresa la sangre a la punta de los dedos, a la pernera de los pantalones. Y aparece un hombrecito vestido de naranja que se descuelga de un andamio desde la azotea, por dentro, y limpia una a una todas las ventanas.

25 comentarios:

Belén dijo...

Hay que encontrar la manera en la que no nos afecte mucho las ondas expansivas...

Besicos

Filoabpuerto dijo...

Celebro que hayas reunido todos tus "pedazos", al final, consigues "recomponerte" que no es poco.

Un abrazo

Merce

Amparo dijo...

Mejor esto que lo contrario: que se queden con algunos pedazitos para otros apaños.

Cuidado con la cremallera, de todos modos.

Unknown dijo...

Muy bueno, Leo. Cada día lo haces mejor y ya empieza a ser difícil. Ya me empieza a dar complejo entrar en tu blog :-)
besos

La Rata Paleolítica dijo...

Y eso es lo importante y lo bonito. Seguir palante, con mas o menos recosidos y remiendos, que nos hacen simplemente mas guapos.
Y que bonitos y atractivos pueden ser esos remiendos, para quien quiera y sea capaz de verlos.

Jesús.

Fer dijo...

Equilibrista verbal. ¡Ñec!

lore dijo...

Espero que las bombas caídas sean ya sufientes...es complicado que pueda entrar en tu pecho un corazón más grandeee.
Mil besos

leo dijo...

Belén: No sé dónde preguntar ya ¿un chaleco antibalas haría algo? Gracias, maña. Besicos.

Merce: Un constante recomponerse, así transcurren los días. Gracias por venir y un beso.

Amparo: En los tiempos que corren nadie quiere corazón ajeno; si incluso tratamos de cambiar el propio por piedras en los mercadillos... Gracias.

Ángel: Como dirías tú mismo: menos complejos y a escribir. Graciñas. :-)

Jesús: Ays, qué caballero eres. Yo también pienso eso, que resulta irresistible el encanto de los corazones remendados, serenos, con historia. Vamos en contra de los tiempos, creo. Un beso grande.

Ref: ¡Ñec! me caí de la cuerda. Y olvidé poner la red. Mil besos.

Lore: No más bombas, ¡nunca mais! Está prometido. Mil gracias. Y mil besos.

dintel dijo...

Las bombas pueden estallar en silencio, pero entre las palabras siempre se encuentran trozos de metralla indicadores de la silenciosa explosión.

la cocina de frabisa dijo...

A veces uno tarda en dar con ese otro corazón que en vez de hacer estallar el tuyo, lo cuida y lo mima.
Mientras tanto, todos hemos tenido alguna explosión parecida y aquí estamos contándolo, así que mucho ánimo.

besazo, Leo

Elvira dijo...

Pues yo ya no exploto. Creo que debería preocuparme. :-)

Un beso

Blau dijo...

Leo leoo, no hay problema, lo importante es seguir y estallar nuevamente y seguir.

Besotes

leo dijo...

Dintel: Es cierto. Lo que pasa es que, aunque sepamos de antemano lo que va a pasar, el momento en que pasa siempre es una sorpresa.

Frabisa: Pues un poco de descanso, de mimos y cuidados se agradece, sí. Graciñas y un besote.

Elvira: Pero lo mismo es porque no hay bombas, lo que no tiene por qué ser malo, necesariamente. No nos preocupemossssssss. Besotes.

Blau: Siempre seguir, claro que sí. Un beso grande.

isobel dijo...

te imaginas el diamante que llevas dentro? lo mismo no te das cuenta pero siempre refleja la luz, jo me ha venido a la cabeza la imagen de una hermosa vidriera de esas que se cuelgan de las ventanas y cuando entra la luz colorean todo su entorno, jajaja te imaginé andando y tu sombra llena de colores, besos

leo dijo...

Isobel, mil gracias, bella. Has hecho que se me salten las lágrimas. Mi sombra llena de colores... Un beso gigante.

Missbook asg dijo...

que lindo leon
Hola, vi la puerta abierta y entre a mirar. me gusto lo que vi, jj, y como ando conociendo gente, dejo mis saludos cordiales y abrazos de oso para ti y para todos los que visitan este lindo hogar.
atte: aeilyn missbook

leo dijo...

Missbook: Bienvenida. El león te da las gracias por el cumplido. Un saludo.

Raúl dijo...

Y tropezar, y levantarse, y tropezar y levan...

leo dijo...

Raúl: Y así hasta siempre y hasta nunca. Gracias por venir.

Palo dijo...

Una vez más, ¡muy bueno, Mari! Y ¡qué complicado es todo lo del corazón! Lo bueno es que, mientras vivamos, late y late, con más o menos dolor, más grande o más pequeño, con más o menos cicatrices..., late y late. Y cuando ya no vivamos, ¡quién sabe! Quizá sea aún más interesante.

Azul... dijo...

Ah, ah, ah!!!!!! qué maravilla de post ¡por favor! ¿me das permisito para llevármelo a Azules???????????????????? sísísí????

arandanilla dijo...

Gracias por este post...con el corazón en la mano te mando mi más cálido apoyo, de cerca lo he vivido. Coraje y alegría!

arandanilla dijo...

Ah, me he permitido el lujo de enlazarte a mi blog, espero que no te importe. Un beso.

leo dijo...

Azul: Claro que sí, maja. Es todo un honor que te haya gustado hasta tal punto. Un besote grande.

Arandanilla: Bienvenida y muchas gracias: por la visita, por tu amable comentario y por el enlace. Gracias y un saludín.

Azul... dijo...

Maga, para que te hagas una idea, lo voy a publicar esta misma semana! El honor es mío, llevaba tiempo tratando de escoger un texto tuyo para llevármelo y todos me gustaban tanto y tan por igual, que no me decidía, hasta que llegó éste, que es tan hermoso como los otros, supongo que la sintonía con mi alma, coincidente en tiempo y espacio, fue lo que me hizo gritar y querer llevarmelo :)

Arandanilla es mi hija del corazón, la dopté casi que de inmediato cuando la conocí a través de su maravilloso blog, y vino porque corrí a darle el link :)

Un beso enormísimo!
Tqm