jueves, 18 de agosto de 2011

BLOG


A veces tengo ganas de escribir demasiado. Con esa sensación de estar haciendo un striptease ante desconocidos, que pueden resultar ser lobos y devorarme. Sin anestesia ni aviso previo. Dejar al descubierto la carne blanca y blanda. Los defectos. El descompás de algunos latidos. A veces contaría aquí cosas que me importan de veras, con las mismas palabras con que las contaría a un amigo muy íntimo. Acaso es lo que hago siempre, siempre. No puedo ver la línea que separa la necesidad de compartir con la reserva, con el pudor. La llamo ficción y me quedo tan ancha. No entiendo cuánto de ego hay detrás de todo, si todo es ego, si poner sobre el tapete las cartas dadas no es más que reconocer que no hay diferencias. Solo personas con jugadas distintas, personales.

A veces me gustaría contar mi última jugada con pelos y señales.

Mi obsesión por los vampiros.

Mi último beso en el cuello.

El abrazo que echo en falta.

Me gustaría decir nombres. Exhibir la lista de cadáveres, cada una de las bolas de hierro de la cadena. Nombres y apellidos. Empezar a escribir y no terminar jamás. Con la ingenua sensación de que detrás de estas letras solo hay gente. Gente que a ratos siente cosas parecidas. La misma gente con diferentes trajes: frialdad, indiferencia, soberbia, miedo. Inseguridad, superioridad, cobardía, angustia. Desnudos por dentro.

Ya lo he vuelto a hacer. Ya he escrito demasiado.


17 comentarios:

labertolutxi dijo...

Te entiendo. Me pasa lo mismo. Por eso llevo 3 semanas sin decir ni pío, por miedo a decir demasiado.


Besos.

Memorialetal dijo...

Estoy deacuerdo con lo que dices,suelo sentir en ocasiones algo parecido. Pero me compensa escribirlo,despues me siento mejor.

Rosa dijo...

Escribimos "ficciones" que tienen mucho de nosotros mismos...

No pares de escribir...

Besos desde el aire

PD. Los vampiros me encantan,jeje

Blau dijo...

Leo leoooo, que miedoooooo, me llevaré a Madrid mi collar de ajos contra vampiros y mis tiritas propias de mi misma para aliñar lo que haga falta porsiaca :-) jajajaja

Besos

Ana Vázquez dijo...

Y cuando abres la boca se jode todo, sí, sé lo que es eso :D

Elena Casero dijo...

Algunas veces hay que contenerse para no decir demasiado. Pero sin duda la ficción tiene mucho de realidad.

Un abrazo

dintel dijo...

El que calla otorga y el que habla, dice y otorga.

isobel dijo...

un besazo enormeeee

La Rata Paleolítica dijo...

Pues menos escribir y más morder cuellos, eah.
Que nooooo... sigue escribiendo, nunca es demasiado.
Besos vampirilla.

Jesús.

Belén dijo...

A mi me pasó lo mismo, así que le doy más que nunca a las metáforas... así solo las entiendo yo

Besicos

Lispector dijo...

Bravo.Clac, clac, clac (aplausos), ¡¡¡Me ha encantado!!! Jajaja, es muy bueno. Besitos.

Raquel dijo...

Habla, cuenta, escribe. Nunca es demasiado. Todo es lo que queramos hacer de eso.

Raúl dijo...

A veces los términos "blog" y "equilibrio" están muy alejados. Sí.

leo dijo...

Claudia: Espero que te animes a romper tu silencio, si eso te hace bien. :-) Gracias por venir.

Memorialetal: ¡Bienvenida! Pues ahí está el quid: que uno se queda nuevo (o casi). Gracias por la visita.

Rosa: Qué tendrán los vampirossssss. :-)) Un beso.

Alu: Bueno, por suerte no siempre se jode; aunque a veces es necesario y tampoco está mal... :-) Graciñas.

Elèna: Contención. Has dado con la palabra. :-) Un abrazo.

Dintel: Tienes razón. :-))

Isita: otro para ti, guapa.

Jesús: No me des ideas ;-) Besotes.

Belén: Suerte que aún están las metáforas, sí. Besisss.

Daniela: Mil gracias, hermosa. UN besote.

Raquel: Está en nuestra mano, ¿verdad?

Raúl: Jejeje. ¿Por qué lo dicesssss?

Begoña Argallo dijo...

Comparto la sensación, uno intenta escribir una cosa y sale otra. Al final queda a imaginación del lector si es realidad o ficción. Eugenia Rico dice que siempre se escribe con un poco de verdad y un poco de mentira. Creo que es así. Ni lo uno ni lo otro.
Saludos

Sandra Sánchez dijo...

Estoy ahí detrás.
;)

TheBertos dijo...

No se crearon los blogs para eso ?
Para tener la oportunidad de desahogarse públicamente pero tras la cortina del anonimato.
Yo tenía una amiga con un blog en el que exponía sus fantasías sexuales. Esas que no era capaz de realizar en la "vida real". Pero servían para que su pareja las hiciera realidad (con ella, claro). Así ella gozaba de sus fantasías, pero salvando el escollo que muchas veces la vergüenza nos pone.