lunes, 5 de septiembre de 2011

DESDE EL AGUA


Un día el agua vuelve a ser transparente. En la superficie, el rostro reflejado te recuerda a alguien. No importa agitarlo, que se descomponga. Ahora sabes que no has venido aquí para eso, para la eternidad, sino solo para habitar el fugaz instante y dejar libre tu hueco después. Tampoco has venido para detenerte demasiado tiempo en esa imagen: de todos modos, no durará.

Poca importancia tienen entonces, desde el agua, los agravios, las ilusiones. El pasado. La quimera del futuro. El instante se disuelve en la intensidad. Todo lo que nos queda es vivir hasta la médula esas emociones pasajeras, lo que sentimos y hacemos sentir.

Si nos paramos a separar las partes, cada pieza de lo malo se recicla en la construcción de lo bueno. Al momento siguiente. Los que llamamos nuestros enemigos son los maestros de nuestro bienestar. Desde el agua, nuestra vida no se puede convertir en un juego de evitación, ni de enfrentamiento. Solo de amor y aceptación. Un día las turbulencias desaparecen y, si enfocamos bien la mirada, podemos ver el fondo de arena dorada y piedras que acarician.

Al menos hasta que suba la Marea y todo desaparezca.


19 comentarios:

dintel dijo...

Ojalá supiera reciclar así de bien lo malo.

Rosa dijo...

Cuando sube la marea todo se va...Pongamos lo malo a ras de las olas para que el mar limpie la playa...

Besos desde el aire

Blau dijo...

Leo leo, necesito aprender a nadar urgentemente.

Besoss

La Rata Paleolítica dijo...

Me ha encantado leo, sobre todo el final.
Y en cualquier caso volverá a bajar después ;o)
Besos.

Jesús.

isobel dijo...

fresco y precioso, un beso

añil dijo...

Pero luego baja, la marea siempre se retira en el momento preciso.

Un beso

Sir John More dijo...

No sé, no sé si es tan fácil... Besos.

Miguel Pasquau dijo...

Vivir lo instantáneo hasta la médula: pero la función de la médula es acumular, ensamblar, mezclar todos los instantes de la especie y convertirlos en agravio o en ilusión, en zozobra o nostalgia, en miedo o deseo. La médula es lo que pone un punto de eternidad a cada instante. A cada instante que hay que vivir hasta la médula.

carmen dijo...

Tienes razón, hay que vivir el instante. Nunca sabemos cuándo estamos haciendo algo por última vez. Me gusta tu entrada, sabe a esperanza.

Belén dijo...

Agua somos, así que lo mejor es que esta sea limpia :)

Besicos

Amparo dijo...

Uf, a mí el agua me agobia. Y más lo imprevisible de las mareas. De todas formas, es difícil encontrar agua transparente.

Miguel Baquero dijo...

Lo malo es que luego uno, no sabe cómo, siempre acaba sumergido en las pequeñas miserías de hacer planes, concebir esperanzas, llevarse decepciones... y cosas así.

Anónimo dijo...

que bonito! El final de la arena dorada y ls piedras me ha encantado.
un beso, bg

arandanilla dijo...

Este post me ha fascinado, Leo...Tan cierto como que el agua es agua y fluye...Te dejo un abrazo grande y un besote de jueves recién levantada...espero que estés bien...

Lispector dijo...

Leo, eres pura luz, mi corazón vibra de amor-hermano cuando te leo.Un beso.

Raquel dijo...

Maravilloso cómo lo cuentas.

Sandra Sánchez dijo...

Leo, ya sabes aquello de Bruce Lee: "Be watter, my friend"...por algo sería...

Me ha encantado.
;)

la cocina de frabisa dijo...

New look ehh, Leo!!

Muy chulo, me gusta mucho como te ha quedado.

Es un placer volver a tus letras después de mi larga pausa.

Yo soy de las que piensa que se logra ver la nitidez del fondo con un poco de empeño y no dejarse ir a la deriva de las aguas turbulentas.

biquiños, linda

leo dijo...

Dintel: A mí me gustaría lo mismo. :-)

Rosa: Sería genial que sucediera, ¿verdad? que las olas borraran algunos errores, lo mismo que si hubiéramos escrito en la arena. Un beso..

Blau: Jeje, siempre viene bien, sí. ;-)

Jesús: Sí, supongo que volverá a bajar, y luego a subir, y así hasta que den de sí los días. Graciñas. Un beso.

Isita: Gracias, guapa. Besissss.

Añil: Todo sucede en el momento oportuno, ¿verdad? :-)

Sir: Bueno, fácil no es, desde luego. Un beso.

Miguel: Me ha encantado tu comentario. Vivamos hasta la médula, sí, y hagamos eternos los instantes, pero sin que dejen de ser instantes. Todo un reto.

Carmen: A esperanza, claro que sí! Gracias, amiga. Un beso.

Belén: Gracias por venir, maña. Besotes.

Amparo: Te aseguro que tu comentario me parece de lo más auténtico. El agua, para mí, es de los elementos más terroríficos cuando se descontrola. :-)

MIguel: Tienes razón, la inercia, que nos puede... Gracias. :-)

Bg: Hormiga, graciñas por venir! Besotes.

Arandanilla: Siempre me alegra encontrarme con tu visita. Estoy bien. Ojalá tú también. Besos.

Lispector: Qué bonito lo que me dices, ser luz... ¡Gracias! Un abrazo.

Raquel: Gracias, muchas gracias. Un besote.

Pulgui: Me alegra que te haya gustado. Be water, si, jeje. Me encanta. :-))

Isa-frabisa: ¡Qué alegría tu vuelta! Me alegra que te guste el cambio de look. Y me parece muy sabio eso de no dejarse a la deriva de las aguas turbulentas: la voluntad puede mucho en eso, ¿verdad? Yo también lo intento, con desigual fortuna ;-) Un beso bien grande.