jueves, 14 de enero de 2010

FINAL DE TRAYECTO

Él sabe sonreír. Lo hace mientras lee, ensimismado. Tiene las manos mantecosas, dedos cortos y la mirada gris, de lobo siberiano. Respira, pero apenas se le nota. Ha bajado el libro y la ha mirado. Apenas. Un segundo. Ella se ha visto descubierta en su mirada. Inventa el rubor, se pone una máscara cualquiera. Disimulan. Pero regresan al redil de las miradas. Ella estudia el libro con descaro. Él sonríe y le muestra la portada en la distancia. Ángel González, Palabra sobre palabra. Ella cabecea, complacida. Se inventa un suspiro. Él la sonríe. Ella mira al hombre del sombrero que está al lado. Él también lo mira. Se reencuentran los ojos en el centro. Ella busca algo en el bolso. Traga saliva. El repiquetea los dedos sobre la rodilla. Se rasca la cabeza. El vagón se detiene de repente. Se sobresalta, corre, se le cae la chaqueta, el libro, tropieza, casi va al suelo. Las puertas se cierran. Se detiene en el andén, la gente le empuja, pero él la busca entre todas las cabezas. Da con ella al fin. Se encoge de hombros. El mundo se pone en movimiento. Ella le tira un beso. Metro de Madrid informa: final de trayecto.

24 comentarios:

Fer dijo...

Temo que un día te lances a no sé dónde. Como lo hagas con furia, te leeré siempre por siempre (qué romántico es esto, ¿verdad?)

Los lectores, nos ablandamos, torcemos el cuello, encogemos las piernas, doblamos la espalda, cogemos posición, para irnos con el cuento, y viajar.

Gracias.

Raquel dijo...

Y para ese beso que ella le tira, otro trayecto comienza. ¿Hacia dónde va? ¿Cómo llega?
Uno para ti.

dintel dijo...

Eso me pasa mucho a mí, se me bajan los personajes antes del final de trayecto.

Cris dijo...

Iban juntos hasta el final o dejaron pasar de largo su parada a propósito? Qué bonito en todo caso.

Besos.

Raúl dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Raúl dijo...

Menuda comunicacón tan silenciosa y en tan poco tiempo.

Ah, y feliz año, Leo.

Belén dijo...

Jeeee, amor subterráneo...

;)

Besicos

Elvira dijo...

¡Qué romántico!!!!!! Creo que me moriré siendo una viejecita romántica, lo mío no tiene cura, jajaja!

Besos, Leo

isobel dijo...

Me ha encantado, es lo que tiene el metro, parece que te estaba viendo, espero que tu día de ayer fuese tan bonito como el mio, un abrazo

Pilar dijo...

es lo que tienen las grandes ciudades¡¡¡
si le pasa en un pueblo, se casa con él, jajaja.
pero entre tanta gente, ves a alguien que te gusta y zas, tu parada¡¡¡
saludos

Azul... dijo...

ay! cuántas posibilidades hay después de ese beso...

besototes, maga bella

Blau dijo...

Leo, leooo, que romantico, pero el mundo siempre esta en movimiento.

Un beso

Josefa dijo...

¡Fantastico! Me gusta Ya soy mayorcita pero me encantan estas historias.
Un besico querida amiga.

Mariluz Arregui dijo...

Có0mo lo has redondeado de bien ...:)

Me encanta el beso que le tira ella, claro que sí! Ojalá se crucen de nuevo...:)
Besito , Leo

Gracias por estos estupendos momentos

leo dijo...

Fer: Jo, es muy romántico, sí. Yo tampoco sé adónde debo lanzarme con furia, pero me gustaría mucho que siguieras leyéndome. :-) Te tiro un beso.

Raquel: Pues me has picado. Investigaré dónde va ese beso y lo mismo tendrás noticias.

Dintel: Y a mí, jamía, y a mí. ;-)

Cris: Pues no lo sé, ¿cómo te gusta más a ti? Un beso.

Raúl: Feliz año a ti también. Yo creo que siempre estamos comunicando algo, si nos fijáramos más... Gracias.

Belén: Subterráneo, suburbano, subsumido... :-) Besos.

Elvira: A mí me pasará lo mismo, maja. Semos incorregiblesssss. Besis.

Isobel: ¿Ayer fue un día bonito para ti? Me alegro muchísisiismo, guapa. Te mereces todos los días así. Los míos son bonitos también, al pie del cañón. Te tiro un beso, reina.

Pilar: Jo, lo más triste es que, tal cual va el mundo, casi es mejor que no acabe en boda; por aquello de las altas probabilidades de divorcio. :´-( Un beso.

Azul: Muchas posibilidades, sí. Y las mejores son ésas que soñamos. ¿No crees? Un beso, amiga.

Blau: Tienes mucha razón, pero ¿tú no has tenido a veces la impresión de que todo se detenía? Besossss.

Josefa: Me alegro de que te haya gustado. El romanticismo no tiene edad, ¿no? Un beso grande.

Mariluz: ¿Quién sabe? Tal vez es mejor que quede la cosa ahí, para poder soñar y eso. Pero yo creo que se reencontrarán, de alguna forma. Otro beso lanzado para ti.

arandanilla dijo...

cuantas palabras en unos ojos...yo quiero que me miren!!! je :-)

La Rata Paleolítica dijo...

Como me gustan las conversaciones de miradas. Te ha quedado genial.
En pocos meses experimentaré esa exótica y extraña aventura de coger un metro, je.
Besos.

Jesús.

Fernando Alcalá dijo...

Creo que una historia es buena cuando, a pesar del regusto a "y qué más?" que debe dejar, sabes que no lo habrá, que la palabra fin está en el lugar correcto.

Me ha encantao, Leo!

Amparo dijo...

El metro: un lugar de equívocas miradas.
Muy sugerente tu texto esta vez.
Saludos.

LA ESTRATEGIA DEL CAMALEÓN dijo...

Y pensar que estas historias pasan (al Celorrio claro). Palabra sobre palabra, lo estoy leyendo ahora. Un beso Leorr. Enhorabuena artista.

leo dijo...

Arandanilla: Huy, yo estoy segura de que a ti te deben de mirar mucho :-)) Besos.

Jesús: No me quiero imaginar cuánto tiempo tendría que pasar sin montar en metro para que me pareciera una experiencia éxótica. ¿Cuánto ha pasado? Ya nos contarás. Un besote.

Fernando: Pues no te creas, que he estado tentada de hacer una secuela. Besiss.

Amparo: En el Metro poco más se puede hacer, aparte de mirar y pegar la oreja a las conversaciones ajenas. Hay que reconocer que tiene su parte de encanto. Graciñas.

Camaleón: ¡Hala! Qué bien verte por aquí. Ya te he fichado entre mis trenes. ¿A Celorrio le pasan esas cosas? Jejeje. Un besote, jerdirectorrr.

Sandra Sánchez dijo...

¡Cuántos mundos en el espacio de un vagón!!
Muy bonito leo.
;)

la cocina de frabisa dijo...

Leo, lo de las manos mantecosas y dedos cortos me ha hundido en la miseria. No obstante le redime que sea lector y que sonría.

un beso, guapísima

leo dijo...

Pulgui: Gracias, me alegro de que te haya gustado. Un vagón de metro es un universo muy particular, sí. UN beso.

Frabisa: Pobrecillo... No todos podemos tener manos de pianista
;-))