Tres copas y el papel deja de ser milimetrado. Y la música se convierte en cuerpos, en sudor, en seres planos, en ojos con visión nocturna, a través del humo, epidérmicos, momentáneos. El suelo está pegajoso, cuesta mover los pies, pero bailamos. Y pronto comienza la subasta. Más desnudos que nunca, vulnerables, esclavos de la fisiología. Como si hubiera otra cosa. Tiras la piedra y, a la pata coja, avanzas. Llegas a la casilla. Afrontas la demanda, el beso. Te lo piensas, acaso, si no ríes. O besas. O mientes una vez más y recoges la piedra, te das la vuelta. A la pata coja. Hasta casa. Y allí ya, en la cama, a solas con los oídos nebulosos y el olor del tabaco para conjurar al asco, se recobran al fin las dimensiones, los volúmenes. Una mano invisible te acaricia la frente y luego, con su tiralíneas, devuelve una a una las rayas a la página siguiente, para que no se vuelvan a despistar los lapiceros.
14 comentarios:
Como debe ser.
Y vuelve la calma, la tranquilidad, las cosas a su ritmo, en su sitio real, sin vapores extraños que pretenden mostrar lo que no es; Hay que dejar que esa mano nos acaricie la frente, sí. Sin engañarnos, pero disfrutando claro, faltaría.
Besos leoncilla.
Jesús.
Toma ya, y encima con helter skelter ;)
Besicos
Resaca?? jejej
De vez en cuando, no te digo que no, Leo, una salidita, un dejarse llevar, un salirse de la "cuadrícula",,,
Abrazotes
Merce
"Tres copas y el papel deja de ser milimetrado." Jejeje! Yo tengo que ser totalmente abstemia por obligación, me sienta fatal el alcohol.
Este Blogger nos dispara la música sin haberla puesto; hasta que no actualizas, no se para.
Besos sobrios
¡Guau!
Caramba, Leo.
Esto es verdadera poesía.
Deseando estoy de ver cómo te decides a publicar alguna colección de relatos o alguna novela corta, en principio, aunque la verdad sea dicha ya estás publicando con todas las de la ley en estas páginas y, por cierto, con un buen puñado de admiradores que muchos ya quisiéramos para nos.
Tal vez no sería nada descabellado pensar en la emisión bajo la forma de libro electrónico en principio de una selección de los magníficos apuntes que nos dejas aquí a diario, con un título parecido a eso: Apuntes de un alma soñadora (o algo menos cursi).
Escribes bien, muy bien, ya te lo he dicho otras veces.
Besos.
Leo leooo, por eso soy de papel de líneas, ya ves lo peligroso que puede ser el papel milimetrado.
Besos
Me gustó la música (sonaba muy chistosa) y ví la escapada. ¡Mira que eres comedida!, huyyy. Inteligente, diría yo.
No me quedó claro cómo es el amanecer que llega luego difuso.
Saludines
Raquel: Que no se despisten los lapiceros, supongo. Un beso.
Jesús: Ojala hubiera más manos de esas que acarician la frente. Sin vapores extraños, no. Graciñas y un beso.
Belén: Los Beatles, siempre. Besos.
Merce: Eso pienso yo. Lo malo es que las resacas cada vez tardan más en pasar. Gracias y un besote.
Elvira: Yo intento beber lo menos posible. Pero de vez en cuando... :-)) Espero que ya haya dejado de sonar la canción. Besos.
Antonio: Mil gracias. La verdad es que tienes toda la razón: tengo unos cuantos lectores fieles que me alientan mucho y dan sentido a muchas cosas. Tú entre ellos. Gracias. Mil gracias.
Blau: Te pega lo del papel de líneas, fíjate. :-)) Mil besos.
Fer: Quizá sólo sea aburrida. El amanecer difuso llega, con voces que hacen eco en el vacío, pero llega. Gracias.
Cómo puedes hacer que algo así suenes bien???
:)
Besos!!!
Menos mal que siempre está la casa!
Saludos
Cris: Pues no lo sé, pero es verdad que el contenido no suena muy allá. Gracias y un besito.
Amparo: El hogar, sí. Menos mal que hay un lugar al que volver. Graciñas.
Suerte de comparación con la niñez, pata ooja, tirar la piedra, casillas, avanzo, retrocedo, vuelvo a casa,mentir, reir... y al fin esa mano tierna en la frente. Si todo es como volver a la niñez, al juego de la vida. Beso
RosaMaría: Gracias y un beso.
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