martes, 6 de marzo de 2007

INVENTARIO

Una cama.
Tres juegos de sábanas.
Cuatro juegos de toallas.
Unos quinientos libros.
Dieciséis cuadernos escritos de punta a cabo.
Demasiadas palabras y nadie que de la vez.
Una hernia discal.
Algunos viernes de dolores.
Tres sueños imposibles.
Varios sueños cumplidos.
Diez amigos del alma.
Cuatro amores caídos.
Un ordenador portátil.
Una novela a medio escribir.
Dos colecciones de poemas adolescentes.
Dos brazos que se hacen los despistados.
Dos piernas con vocación de cruzadas.
Dos pupilas inquietas.
Varios miles de neuronas ebrias.
Un corazón, lleno de sangre.
Una vida.
Un ahijado.
Dieciséis respiraciones por minuto.
Humo.
Ruidos mil.
Varios kilos de azúcar.
Litros de vinagre.
Dos relojes, uno sin pila.
Un teléfono móvil.
Una familia unida.
Amig@s en el otro barrio.
Amig@s en el barrio de más allá.
Tres idiomas sin dominio.
Un sofá tentador.
Kilos de pereza.
Mucha sed: de agua, de saber, de conocer.
Seis sentidos, pelín venidos a menos.
Muchas ganas.
Incontable ilusión.
Toneladas de cariño.
Quintales de miedo.
Un ángel de la guarda.
Más de cuatro esquinitas...

La creciente certeza de que no hay espacio para registrar todo lo que se tiene.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

uhmmm desde luego que no hay espacio real para registrar tus "pertenencias", sólo una mente tan privilegiada y un corazón tan grande como los tuyos pueden contener tanta vida...
Ojalá ese "inventario" no deje de crecer nunca, y quepamos muchos de los que te queremos.
Besos

Anónimo dijo...

Gracias, Lore. Ahí estais todos, incluídos en varias de las categorías. Y por muchos años, espero...

Anónimo dijo...

Creo que te ha faltado en tu inventario, tu tesón, tu franqueza, tu cercanía, tu amabilidad y los cuidados que haces a los corazones ajenos que se sienten arropados con tu presencia. Si hiciera inventario de mi corazón, Chamberí estaría en los primeros puestos.
Gracias por ser, Leo, gracias.
Y si me permites, a Lore, desde aquí mi más sincero agradecimiento por un amor que en forma de caricias aéreas me acompaña cada instante de mi proceso vital.
Un abrazo inmenso.

Anónimo dijo...

Muchas gracias, Ara. Por tus visitas, por los ánimos, por tus palabras...Me habéis hecho ponerme roja, entre Lore y tú. Y sí, me doy cuenta de algo importante que he olvidado señalar en un lugar destacado: la enorme suerte que tengo de estar rodeada de gente como vosotras, que me da su cariño, su apoyo incondicional y un tirón de orejas cuando lo merezco.
Por supuesto que te permito decirle a Lore lo que quieras desde aquí. Este espacio nació para ser una suerte de punto de encuentro, no un lugar donde dejar que rebose mi verborrea, ni mi ego. Además eso para mí es un privilegio: ser testigo directo de vuestros pensamientos y emociones.
Muchas gracias, insisto. Un abrazo enorme.

Azul... dijo...

Coincido con lo que añade Ara y yo le pondría una cosita más: la enorme capacidad que tienes para tocar el alma de quienes te leemos, con ese don maravilloso que tienes al escribir y que ya te lo he comentado (me da igual ser reiterativa je, es la verdad y no me cansaré de decírtelooo)

300 besotes y gracias por este tren que, aunque sobre la tierra, a mi me hace volar...

Anónimo dijo...

Gracias Azul! No sé, me dejáis sin palabras. Tanto cariño me conmueve y estimula. Sólo espero poder corresponder a vuestras expectativas como merecéis.
Mil gracias a todas, de corazón.
Un abrazo gigante y un montón de besos y palabras.